Su disco homónimo acaba de ser publicado, y aprovechamos un concierto de presentación del mismo para que los cuatro integrantes de esta joven y enérgica banda nos contaran todo sobre su trabajo.
¿Con qué canción os sentís más identificados? ¿Cuál es vuestra favorita?
Es algo que va a rachas. Hay veces que tienes el disco muy machacado y cada vez te va gustando una. Aunque estamos todos bastante enganchados con Mundo frágil.
¿Qué experiencias habéis sacado teloneando a Pereza, Siniestro Total y Sidonie?
El ejemplo de ver a una banda “de verdad” en acción: desde la prueba de sonido, o ver el concierto desde dentro... de ahí se aprenden muchas cosas. Luego, sobre todo, hay que aprender a saber desenvolverse en un escenario grande, aunque tampoco estábamos seguros de que fuéramos a llegar ahí.
Habéis decorado el disco con varias imágenes referentes a los coches de carreras, con un aire casi “mod”. ¿Os va la velocidad? ¿Sois aficionados a la Fórmula 1 y similares?
La verdad es que no. Es una pregunta que nos suelen hacer, pero no somos muy aficionados al deporte en general. Por otra parte, nos gusta la estética “mod”. De hecho, uno de nuestros managers era muy “mod” antes, de ésos que se peleaban todos los días.
A lo largo del disco mantenéis un estilo uniforme, aunque destaca poderosamente el aire a Los Ronaldos que os sale en el segundo corte, “Ya no tengo problemas”. ¿Lo habéis hecho a propósito?
No. En este caso, se trata de la canción más antigua que tenemos. La compusimos con 15 años, y creo que mantiene esa esencia de Los Ronaldos, que hemos escuchado toda la vida, desde que tenemos uso de razón, y ahí ha quedado muy bien plasmado. Hemos querido mantener la esencia de esa canción tal y como fue compuesta en su día.
¿Hay alguna anécdota detrás de ese “Oye, quitadme el aire acondicionado” que se oye al principio de esa canción?
Durante los días de grabación en el estudio, había alguien (no sabíamos bien quién) que encendía el aire acondicionado sin que los demás lo supieran. Juancho estaba malo de la garganta, y cuando se metió en la pecera para cantar hacía muchísimo frío. Soltó esa frase que dices, que quedó grabada porque los micrófonos estaban abiertos, y decidimos dejarla ahí.
En el último corte, “Un tipo elegante”, decís que no sois elegantes, interesantes ni se puede confiar en nosotros. ¿Tan baja tenéis la autoestima?
(Risas) Bueno, realmente es más un ramalazo de chulería, como diciendo “No soy nadie que te pueda interesar ahora mismo, ni soy elegante... Soy un macarra, vivo y trabajo en la noche...” Es más bien una actitud vital.
Vuestro disco salió a la venta el 23 de septiembre, después de haberse vendido por Internet y en vuestros conciertos. ¿De quién fue la idea de esa estrategia comercial, y qué tal ha funcionado?
La idea salió un poco entre todos. Ahora, con todo lo que sucede actualmente con las ventas de discos, internet y el Top Manta, nos hallamos en una especie de “sálvese quien pueda”, y tienes que pensar en formas novedosas de encarar el asunto. Nosotros hemos actuado así para que cuando saliera el disco no tuviera que arrancar de cero, sino que ya hubiera sonado un poco por ahí. Hemos dado un montón de conciertos antes de que saliera el disco precisamente para eso, para que a la gente le suene.
Si esta aventura musical no sale bien, ¿volveréis a empezar de cero? [de la letra de “Si nada sale bien”]
Sí, desde luego. Tenemos bastante claro que esto es lo nuestro, y si vemos que un día Sidecars no funciona o es insostenible, no sabemos si montaremos los cuatro otra cosa todos juntos o cada uno por su cuenta, pero es muy probable que sigamos en el mundo de la música. Hacemos canciones desde que éramos pequeños, y vamos a pelear para seguir haciendo esto toda la vida.
Nombradnos un par de discos que os gusten mucho ahora mismo.
Ahora mismo estamos muy enganchados a Shine on de Jet, que nos parece un disco impresionante. Uno que no puede faltar en la furgoneta es Some girls, de los Rolling Stones.
¿Cómo encaráis los directos, siendo el disco tan breve? ¿Incluís alguna versión para alargarlos un poco?
Hacemos una versión de una banda cántabra que se llama La Burla, un grupo no muy conocido que hace rock n’roll clásico de toda la vida. A veces en los conciertos hacemos alguna canción de Los Ronaldos... Tenemos varias posibilidades, según nos dé. Luego también alargamos un poco algunas de nuestras canciones. Además, no hablamos mucho sobre el escenario y en apenas media hora se nos ha terminado el repertorio, así que jugamos un poco con el público.
¿Algún mensaje para la gente ahí fuera que aún no sabe de vosotros? Lanzadles una tarjeta de presentación verbal desde aquí.