La noticia parece ser cierta: después de más de 10 años especulando sobre su lanzamiento: Chinese Democracy, el álbum de Axl Rose que editará bajo la marca Guns And Roses (después de hacerse con ella en juicio y de que Slash, Matt Sorum y Duff McKagan acabaran formando Velvet Revolver) verá finalmente la luz.
Aunque con escepticismo por la cantidad de noticias similares publicadas en este tiempo, el llamado a suceder a The Spaghetti Incident ha contado con una producción excepcionalmente errática, marcada por idas y venidas de músicos de la talla de Brian May, sin resultados concretos más allá de un par de cortes publicados en youtube (a los que hay que reconocer la originalidad y reinvención: Velvet Revolver debutó con éxito pero después se le achacó repetirse en exceso).
El 23 de noviembre es la fecha elegida, según informa la revista Billboard, conmemorando el día exacto de su últiima publicación. En EEUU llegará a las tiendas con exclusividad en favor de la cadena 'Best Buy'.
Guns and Roses vuelve así al mercado discográfico en unas condiciones muy diferentes, fundamentalmente en lo que se refiere a las escasas ventas musicales y la incidencia de la piratería. La dependencia de los conciertos no les pillará de nuevas, no en vano Axl se ha dedicado los últimos tiempos a explotar repertorio en actuaciones alrededor del mundo, y en todo caso se beneficiarán del público tradicionalmente fiel a las tiendas: el de las formaciones veteranas. Sin duda la noticia habrá supuesto una alegría para la discográfica, extremadamente generosa con el carácter veleidoso de Axl en su larga relación y que lleva esperando el acontecimiento desde el mismo día en que éste pronunció por primera vez el nombre elegido para el LP.
Si a la expectación creada aportan un conjunto de temas de impronta tan personal como muestran las dos únicas canciones que se conocen hasta el momento (si bien no está confirmado si aparecerán finalmente incluidas) estaríamos ante una obra única en todos sus aspectos.
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