El esperado retorno de la galardonada hija de Ravi Shankar nos devuelve su delicado gusto por las suavizadas formas del country blues y el soul que la vieron nacer. Si Come Away With Me nos mostró una interesante faceta mucho más cercana al jazz edulcorado -smooth jazz podrían llamarlo algunos-, esta vez se nos presenta un disco que, aunque en el fondo e intención podríamos enmarcarlo como un fiel heredero de su anterior trabajo, en la forma nos remite en su mayor parte a las tradiciones populares de la música americana. Esto empieza a quedar patente ya desde su primera Sunrise, para
continuar con la impresionante Above Ground en la que la sonoridad country modula el ritmo lento e intenso de un blues primigenio. El acordeón en la versión del Be Here To Love Me de Van Zandt acompañando al piano nos avisa de que algo está cambiando, y es entonces cuando llega el ritmo de Creepin' In con la colaboración vocal de Dolly Parton y la desaparición casi por completo del piano para dejar paso a las guitarras en un ambiente totalmente folk. Aunque si tuviéramos que destacar algún tema del disco ése sería In The Morning (junto a Above Ground) con las aterciopeladas tonalidades blues del piano eléctrico, su medio tiempo y la tónica in crescendo de su argumento.
El disco lo concluyen un homenaje a Duke Ellington en forma de "remake" cantado the Melancholia (Don't Miss You At All) -probablemente lo más jazzy del disco- y una aceptable adaptación de The Long Way Home del incomparable Tom Waits.
En definitiva un disco de tesitura tranquila para, como indica el propio título, sentirnos como en casa cuando lo escuchemos.