Guitar Gangsters & Cadillac Blood, es la tercera obra de los daneses Volbeat, una formación liderada por el vocalista y guitarrista Michael Poulsen.
El álbum, marca una continuidad con su peculiar estilo de mezclar bases metálicas con ciertas referencias propias del rock and roll cincuentón.
En su vertiente más energética, nos acribillan a riffs contundentes de alto poder corrosivo, mientras que en su perfil rockanrolero, nos sumergen en ambientes de otra época, como sucede en Maybellene I Hofteholder, una canción donde fusionan con soltura ambas tendencias.
Al igual que ya ocurriera en su anterior álbum, Michael ha dejado de lado casi por completo los registros cercanos a James Hettfield que impregnaban su debut y se ha decantado, mayormente, por los tonos propios del que fuera líder de The Misfits, Glenn Dancig.
Lo que no han dejado de lado, es la robustez de las guitarras con clara afinidad con Metallica, aunque siguiendo unas pautas muy particulares de las que se desprende su marcada personalidad.
Sin duda, los daneses han aportado frescura y creatividad en un entorno donde la originalidad es difícil de conseguir. Estamos ante un trabajo con gancho y de extenuantes exhibiciones rítmicas que insuflan una provocadora bocanada de aire fresco con su vitalidad y desenfado, conjugando talento con músculo para equilibrar el contenido. Dos mundos lejanos en cuanto e época y estilo que debido al ingenio de Poulsen y sus colegas convergen con fluidez y nos convencen de su poder de atracción.
La elección de las versiones para esta ocasión, es una prueba más de su conocimiento del terreno que pisan, nada menos que I’m So Lonesome I Could Cry, del legendario Hank Williams, mil veces versioneada por diversos artistas a lo largo de la historia y Making Believe, de Kitty Wells, otra leyenda del country, aquí interpretada al estilo de Social Distortion.