"Música para enfermos" (2003) y "Un tipo cualquiera" (2006) convirtieron a Toteking en uno de los raperos más respetados del panorama nacional. Con "T.O.T.E." renueva su propuesta, sobre todo en los ritmos.
El tercer álbum de Toteking se presenta en siglas y con mayúsculas. De momento, los foros y blogs de Internet ya se preparan para un debate intenso acerca de la actitud, las letras y las bases de este nuevo trabajo del MC andaluz.
En primer lugar, el sevillano ha pasado de ser “Un tipo cualquiera” para estampar su nombre en letras de oro en el packaging del nuevo disco. Y si bien es cierto que Toteking puede presumir de ser uno de los raperos con más estilo, quizás no haría falta pregonarlo en cada una de sus canciones. Es verdad, el autobombo es uno de los rasgos distintivos del hip hop, sobre todo en España, pero líneas de texto como “en la polla me caben los planos de Prison Break”, “soy la cresta de la ola del flow” o “ahora ya comprendes el ancho de mis vaqueros... ¡coño!, es que van llenos de dinero” pueden llegar a cansar.
Pero sería una lástima que tanto ego no nos dejara ver las virtudes de este álbum. Porque Toteking, cuando deja de mirarse el ombligo, tiene uno de los verbos más afilados del rap español. Es capaz de diseccionar con precisión el desencanto de la juventud, “una generación que ya nació sin fe”, sus comportamientos autodestructivos, “chicas lobas devoran pidiendo igualdad, lanzándose para demostrar que están liberadas”, y su avaricia “sigue a tu patrón, reconócele, euros le llaman”. Aunque su gamberrismo le lleva a caer en la contradicción, por ejemplo, cuando se jacta de sus supuestas groupies en compañía de su hermano Shotta.
Para lanzar sus rimas con propiedad, Toteking ha importado algunas de las bases musicales. Productores extranjeros como el australiano M-Phazes y los colectivos californianos Oh No (quien firma un aflamencado “El tendedero”) y Anonymous Twist, entre otros, han construido un armazón que se aleja del sonido acostumbrado en los discos de rap español. Y, seguramente, ésa es una de las grandes bazas del álbum. También siguen esa línea las aportaciones estatales, con Dj Randy o Método Shintaro, aunque es el trío valenciano Cookin Soul quien demuestra más versatilidad, disparando ritmos oscuros (“No sonrío pero todo está bien”) y vacilones (“Ven”).
“T.O.T.E.” se convierte en un nuevo escalón en la cultura hip hop hecha en España. Y también empieza a romper moldes en las listas de venta. Una semana después de editarse, el disco se ha situado en la posición número 9 de Promusicae. ¿Quién sabe? Quizá le sobren razones para alimentar su autoestima...