En los difíciles tiempos que le ha tocado vivir a la música -cuya crisis ya sistemática se solapa con la crisis económica mundial- hay una tendencia que se ha popularizado en los últimos años: vender algún producto en exclusiva, o con algún incentivo, en alguna red de franquicias.
Esta situación permite que la marca que tiene una posición de dominio facilite la de por sí difícil venta de CDs, en tanto que para esta supone una fuente de publicidad y de hacerse con la atención de los fans del grupo o autor, algo que cobra especial importancia en un caso como el de Bruce Springsteen.
Pues bien, con nuevo trabajo a la vuelta de la esquina (Working on a dream, grabado junto a la E Street Band), el Greatest Hits que publicará poco antes de este ha destado la polémica al venderse en exclusiva en la cadena Wal-Mart. ¿El motivo? Su conocido respaldo al partido repúblicano, del que Springsteen no es precisamente un defensor (y al que ha "combatido", junto a otro ilustre oriundo de Nueva Jersey como es Jon Bon Jovi en las últimas campañas electorales). Difícilmente sus fans verán dañada la imagen que tienen de El Jefe, pero entre tanto hay quien trata de cobrarse inútilmente los apoyos al rival político, aún cuando el compromiso de Springsteen con sus ideas lleve décadas mostrándose incorruptible.