Sepultura no han frenado tras el abandono de la banda del carismático batería Igor, el segundo hermano Cavalera que deja la banda que ayudaron a formar. Dos años después, los brasileños presentan un nuevo disco, A-lex, basado en el libro La naranja mecánica, de Anthony Burgess. Fanzine Digital ha podido hablar con Derrick Green, el vocalista de esta legendaria banda de Thrash Metal.
A-lex es un album conceptual, al igual que vuestro anterior trabajo, Dante XXI. ¿Qué os atrae de escribir y grabar discos de este tipo?
Nos reta la idea de leer un libro y después escribir un disco inspirado en la historia que cuenta, en los personajes, en las ideas que transmite. Un álbum conceptual puede ser un medio muy poderoso para transmitir algo, porque te centras en una idea. Y en este caso, después de hablar de Dante, era muy importante para nosotros centrarnos en la idea de La naranja mecánica, porque tiene un mensaje muy importante para esta sociedad.
¿Podrías explicarnos con más profundidad por qué elegisteis esa obra?
Porque es una historia que nos ha impactado mucho, igual que le ha impactado a mucha otra gente. Además, queríamos centrarnos en la historia que cuenta el libro original de Anthony Burgess, no en la película de Kubrick. La película se salta el capítulo final del libro, que es donde realmente puedes encontrar la moraleja. Para nosotros, el libro habla de la lucha por el libre albedrío. Y esta es una cuestión muy importante hoy día, una cuestión de actualidad. Fíjate en la cantidad cosas que intentan atentar contra nuestro libre albedrío: la propaganda, el consumismo… Todo ello hace que el estado de ánimo de nuestra sociedad sea muy parecido psicológicamente al que aparece en el libro de Burgess. La cuestión está en cómo defender tu libertad, que es un problema grave.
¿Hay alguna otra razón por la que no hayáis querido inspiraros en la película de Kubrick?
Sí, de hecho hay varias. Ten en cuenta que la película ya tenía una banda sonora, que además es una banda sonora muy intensa, muy buena, muy efectiva. Y no queríamos estar influidos por ella. Además, encontrábamos muy desafiante el tema de transmitir con música las sensaciones que el libro cuenta únicamente con palabras. También éramos conscientes de que corríamos el peligro de contar una historia demasiado compleja, sabíamos que pese a que son tantos y tantos los conceptos y las ideas interesantes del original, teníamos que centrarnos en sólo unos pocos para evitar que el oyente se perdiese.
Parece que la lectura del la habéis hecho con mucha profundidad. Incluso en las letras del disco incluís expresiones de la jerga de los “drugos”, los compañeros del protagonista.
Sí, en efecto. Creemos que su lenguaje tiene mucha importancia, no sólo por la jerga de los “drugos” que comentas, sino que incluso hemos incluido citas literales de la novela en las letras de las canciones. Incluir esas jergas tenía además mucha carga emocional. Simplemente piensa en lo importante que es para cualquier grupo de jóvenes de cualquier lugar del mundo, sus expresiones propias, sus propias palabras...
Resulta impresionante la imagen de la portada, ¿intenta transmitir algún mensaje concreto de la novela?
Por supuesto. Hemos querido plasmar elementos de La naranja mecánica en todos los aspectos del disco, incluyendo en la presentación. Concretamente, la portada quiere transmitir la idea de violencia, de lucha que hay en el libro. De hecho, el dibujante se leyó la novela para poder captar mejor la idea que nosotros teníamos en mente. Para nosotros ha sido muy importante que todo el mundo se empapase en mayor o menor grado del texto. Desde el teclista que toca en algunos temas hasta los músicos de la orquesta sinfónica de Sao Paulo, todos han leído al menos algún fragmento relacionado con la parte del disco en la que intervenían. Así era más fácil que supiesen qué era lo que tenían que transmitir.
Hablando de la importancia de esos elementos del original y de la orquesta sinfónica, tenemos que hablar de la versión de la novena sinfonía de Beethoven que habéis grabado en A-lex. ¿Ha sido muy difícil adaptar esa pieza al sonido de Sepultura?
Un poco difícil sí, pero por otro lado, también ha sido algo natural. Hay bastantes cosas en común entre el metal y la música clásica, como por ejemplo, la locura necesaria para escribir cualquier pieza de esos géneros. De todas formas, para nosotros ha sido todo un reto, porque ha significado en parte volver a lo básico, que es escribir música, es algo de lo que nos hemos dado cuenta al estar permanentemente en contacto con el director de la orquesta