Los trágicos acontecimientos que desembocaron en el fallecimiento de su guitarrista, acabaron con toda posibilidad de reunión de la formación original de Pantera, pero el legado que dejaron sigue teniendo una alargada sombra cuya influencia continúa propiciando la aparición de nuevos grupos de parámetros musicales inspirados directamente en su característico sonido.
Este es el caso de los españoles Infernoise, una banda relativamente joven, con cinco años de actividad, pero integrada por músicos experimentados, entre los que destaca el guitarrista Ix Valieri, quien formó parte de los míticos Angeles Del Infierno.
The Chainsaw’s Law, es su debut de larga duración, un trabajo que no esconde sus fuentes ni tiene secretos, puesto que rentabiliza su propuesta a base de exponer el metal de grooves robustos que patentaran con tanto éxito Dimebag Darrell y CIA.
De esta forma, nos encontramos ante un trabajo que es pura dinamita, fabricada con los clásicos y explosivos ingredientes que utilizara en su momento la formación de Texas, es decir, robustos y asesinos riffs de sierra mecánica, chirriantes y afilados solos, una devastadora batería de pegada contundente, líneas de bajo que transpiran corrosión y toda la mala leche posible en lo que se refiere a las voces.
Seguramente, habrá quien piense que no son demasiado originales en su concepto. Pero el tema aquí no está en ponerse a divagar sobre cuestiones que son obvias, sino en determinar si su apuesta tiene la suficiente calidad como para satisfacer a los seguidores de este sonido en particular. Y, en ese aspecto, tenemos que quitarnos el sombrero porque es un disco ejecutado con maestría que refleja en toda su dimensión la franquicia de donde provienen sus bases.
Todas las composiciones mantienen unas constantes vitales reconocibles; no hay ningún corte que se salga de los esquemas. Incluso, la balada Rebel On The Way, sigue las normas impuestas en su momento por los texanos en sus interpretaciones más lentas. Además, Rown Houland, se encarga de mantener las furibundas directrices vocales propias de Phil Anselmo, con lo que, definitivamente, es imposible sustraerse a la esencia de unas raíces de poderoso arraigo.
Expuestos los argumentos de forma clara, poco queda que decir. Solo reiterar que se trata de una grabación granítica, sin fisuras y definitivamente homogénea. Un buen montón de puñetazos en el rostro al estilo de aquella portada del Vulgar Display Of Power; más explícito imposible.
Mencionar que la formación se completa con el mexicano Scorpion al bajo y James “Kid” a la batería. Y, por último, resaltar que la producción y las mezclas estuvieron a cargo de Timo Tolkki (Stratovarius, Revolution Reinassance) en los estudios Sonic Pump de Helsinki y la masterización fue realizada por Mika Jussila.