La carrera de los leoneses Cooper no está resultando demasiado prolífica, al menos en lo que a álbumes de larga duración se refiere. Tras abrir fuego con Fonorama (2000), que suponía la reconversión de Alejandro Díez después de haber liderado durante una década Los Flechazos, llegó el momento de decantarse por dar preferencia a la edición de EPs con cuatro o cinco canciones aproximadamente cada año. De ahí que Retrovisor (2004) ya ofreciera material publicado con anterioridad, pertinentemente recuperado y reordenado para deleite de aquellos que no habían podido hacerse con los discos pequeños de esta formación.
Cinco años después de la edición de aquel segundo disco llega Aeropuerto, donde se recopila buena parte de las composiciones que se incluyeron en su día en los EPs Días de cine (2006), Guárdame un secreto (2007) y Lemon Pop (2008), incluyendo además cuatro cortes inéditos realizados para ocasión, así como tres pistas con los videoclips de algunos de estos temas.
En principio cabe decir que la formación liderada por el incombustible Alejandro Díez no ha afrontado ningún cambio en su forma de entender la música, regalándonos en estos catorce cortes una excelente colección de temas de puro pop atemporal cantado en castellano, como ya se había podido comprobar en las entregas parciales antes mencionadas. Baste señalar que es comenzar Hyde Park, tema de apertura, y venirnos a la mente de nuevo aquel Tecnicolor que tanto destacaba en su álbum de debut.
Tampoco en lo temático hay cambios, por lo que cualquier seguidor de la banda –o del pop que busca la perfección en sí mismo, ya puestos– debería sentirse más que satisfecho con un nuevo tratado donde se mezclan con maestría a partes iguales la alegría y la tristeza, la melancolía y la esperanza, siempre desde un prisma aparentemente optimista que obliga a tararear las canciones de Cooper tras apenas un par de escuchas del disco, ya que todas ellas suenan tan deslumbrantes como ya quisieran para sí la gran mayoría de bandas estatales o foráneas que se empeñan en buscar la melodía adecuada sin conseguirlo.
Como curiosidades destacar las referencias cinéfilas presentes en muchos de los títulos del disco, así como la versión que realizan de El sueño (de los míticos Nacha Pop), que se integra a la perfección en esta nueva entrega de un grupo que siempre ha volado sin hacer caso a las modas, atendiendo solamente a sus propios gustos y al buen hacer de su líder. Uno de los discos del año, sin duda alguna.