El rock español se ha destacado a través de su historia por albergar una buena cantidad de bandas que exhiben unas características inconfundibles con su entorno, ya sea rock urbano, rock radical o, incluso, heavy metal y hard rock. Hay bandas que no puede (o no quieren) desprenderse de sus raíces autóctonas porque es la música que sienten. Y no hay nada malo en ello, es un camino que han seguido con mayor o menor fortuna numerosas formaciones. Pero, sin desmerecer en absoluto la opción antes mencionada, por suerte para el rock facturado en la diversidad de la geografía española, últimamente están surgiendo grupos que apuestan por otras alternativas, no solo por decantarse por el inglés para expresarse, sino por ofrecer un sonido alejado de los convencionalismos patrios en busca de una internacionalidad que les permita asomarse más allá de las fronteras estatales y respirar los aromas de la música cosmopolita sin barreras que limiten sus horizontes.
Los madrileños Avenues & Silhouettes, es decir, Kals (voz), Agus y Manu (guitarras), Miguew (bajo) y Tweety (batería y samplers), bien pueden ser uno de esos grupos cuya propuesta discurre por esquemas mucho más abiertos. Formados en 2004 y con el EP Oh, How Welcoming Your Reflection, como única carta de presentación hasta ahora, nos entregan su primer trabajo de larga duración, Meteors, donde muestran una madurez asombrosa para su corta trayectoria, además de la juventud que atesoran.
Este es un disco de esos que desquician al crítico más temático por la imposibilidad de enmarcarlo en un estilo concreto. Eso ya es un síntoma de que las cosas funcionan en la dirección correcta.
Definitivamente, realizan una arriesgada exhibición de recursos donde tienen cabida las melodías punk-pop como en High Tech Beds o la algo más agresiva pero no menos contagiosa Spider Army Meets The Coward Snipers, cambiando de registro cuando se les antoja, para dar protagonismo especial a las guitarras e incursionar en el terreno del hardcore o, rozar los contornos del heavy metal si es preciso. Sin olvidar la desconcertante presencia de unas voces que igual que escupen rabia encolerizada, abrazan armonías sugestivas o se decantan por los graves endemoniados, como nos podemos encontrar en The Narwhal.
Un producto totalmente exportable para desafiar con dignidad la competitividad exterior y que ha contado con la contribución técnica de Carlos Santos y Leo Jiménez (Stravaganzza), además de la masterización a cargo de Mika Jussila (Nightwish), Meshuggah, Children Of Bodom).