El pasado 2008, The Vaselines volvieron a los escenarios tras más de dos décadas inactivos, y para celebrarlo el sello Sub Pop recupera todo el material grabado por Frances McKee y Eugene Kelly en la fugaz pero prolífera etapa comprendida entre 1986 y 1989. Unos tres años que definieron el perfil esencial de la longeva escena escocesa durante la década de los 90.
Y es que los de Edimburgo cumplen con creces los requisitos que marcan los cánones para ser considerados una banda de culto. Una breve trayectoria que dejó dos EP’s y un solo disco como legado, poca resonancia fuera de los círculos independientes locales y la admiración global después que el hombre que mediatizó el grunge, Kurt Cobain, los descubriera como su grupo favorito y los popularizara con versiones de “Jesus Wants Me For Sunbeam”, “Son Of A Gun” y “Molly’s Lips”.
The Vaselines fueron unos más que dignos herederos de la tradición pop escocesa nacida de la mano del sello de Glasgow Postcard Records, lanzadera de los Orange Juice de Edwyn Collins y Aztec Camera a principios de los 80. Preocupados por escribir buenas canciones y no por dictar una actitud estética, influenciaron de forma determinante las nuevas y polifacéticas generaciones encabezadas por Teenage Fanclub, Belle & Sebastian, BIS o The Delgados. Ni siquiera el rodillo mediático que supuso el brit-pop arrastró a una corriente con voz propia, cuyas apariciones junto a las emergentes bandas inglesas, se pudieron contabilizar con cuentagotas. Un nuevo símbolo de la autoafirmación musical y nacionalista escocesa, siempre estrechamente vinculadas.
El primer disco de Entrer The Vaselines recupera los diecinueve temas que ya formaron parte del anterior recopilatorio que Sub Pop editó en 1992 con el nombre de The Way Of The Vaselines, y lo hace con el mismo orden pero con un lavado de cara. Una remasterización que sin embargo permite al grupo mantener el mismo sonido desbaratado, casi puramente amateur, que lo hace tan característico a la vez que cautivador. Algo a lo que ayudan también unas canciones frágiles, por momentos satíricas repletas de inquietud y energía adolescente.
Quizá por ese motivo, el segundo disco de presenta más interesante ya que recoge las demos de “Son Of A Gun”, “Rosary Job” y “Red Poppy”, estos dos últimos temas inéditos hasta la fecha, y directos grabados en Bristol (1986) y Londres (1988) que permiten contemplar la banda al desnudo y contemplar una naturalidad que en los tiempos que corren se echa mucho en falta.