Animado por la historia familiar, Carlos Núñez decidió seguir el rastro de su bisabuelo por Brasil. Tras realizar cientos de entrevistas y lecturas y visitar decenas de archivos, las pistas sobre José María Núñez siguen sin ser claras. Sin embargo, el gaitero se sintió en aquel país como en su propia casa al oír ritmos gallegos, celtas y bretones al otro lado del Atlántico. Esas canciones forman “Alborada do Brasil”.
Hace ya tiempo que Carlos Núñez consiguió romper las fronteras propias de la música popular y de raíz para llevar su gaita y sus flautas por otros terrenos musicales. Se atrevió con el flamenco (Os amores libres, 1999), con los ritmos del pop (Mayo longo, 2000) y con la música para películas (Mar adentro, 2004). Ahora, tras vender más de un millón de copias de sus trabajos discográficos y haber tocado junto a The Chieftains, Ry Cooder o Dulce Pontes, entre muchos otros, presenta Alborada do Brasil, un libro de viaje que une musicalmente Galicia y Brasil.
Si el afán investigador del instrumentista no fuera suficiente, Carlos Núñez se topó con una razón familiar para cruzar el charco e iniciar sus exploraciones. Su bisabuelo, el también músico José María, emigró a Brasil a principios del siglo XX y no volvió a dar más noticias. Al parecer, el hombre se refugió en esa “patria secreta” que es Brasil para los gallegos donde comenzó una nueva vida. Carlos Núñez viajó allí buscando un pasado, pero encontró un nuevo mundo de referencias sonoras.
Musicalmente, los productores Alê Siqueira (Tribalistas, Carlinhos Brown, Omara Portuondo) y Mario Caldato Jr. (Beastie Boys, Marisa Monte, Manu Chao) han sido los guías locales que han llevado de la mano a Carlos Núñez por los diversos ritmos brasileños. El gaitero, por su parte, ha sido el nexo de unión entre los mitos galego-portugueses y las tradiciones de aquel país. Sólo así podrían conjugar a la perfección los textos de Rosalía de Castro y la voz de Fernanda Takai (“Alborada de Rosalía”), la flauta y la guitarra de siete cuerdas en un choro de Pixinguinha (“Vou vivendo”) y el espíritu amoroso y festivo de la samba (“Alvorada de Cartola”) en la profunda voz de Wilson das Neves.
Alborada do Brasil se convierte así en un precioso trabajo antropológico, sin pedanterías, donde brotan las raíces bretonas en la voz de Lenine y la percusión de las escuelas de samba (“Nau bretoa”), se recuperan los sonidos de la gaita empapada de morriña y encarnada en el acordeón (“Gaita”, “Assum preto/Asa branca") y The Chieftains, todavía sorprendidos por la empatía celta-brasileña, interpretan a Milton Nascimento y su bellísima “Ponta de Areia”. Sólo Carlinhos Brown desde Salvador de Bahía se atreve a improvisar en “Padaria elétrica da barra”, quizá la pieza más urbana de este magnífico álbum que nos transporta a un nuevo Brasil... y a una nueva Galicia.