¡Larga vida al Barón! Esta es una de las proclamas que casi todos los seguidores del rock duro hecho en español han gritado alguna vez. Es un grito de admiración ante una banda pionera, Barón Rojo, que sigue en activo casi treinta años después de su nacimiento y cuya formación original dejó álbumes imprescindibles como Volumen brutal (1982), Metalmorfosis (1983) o En un lugar de la marcha (1985). Ahora, con Carlos y Armando de Castro al frente, el grupo puede presumir de una trayectoria sólida que alcanza un nuevo hito con la edición de En clave de rock.
El álbum recoge el concierto que Barón Rojo y la Banda Sinfónica del Centro Instructivo Musical (C.I.M.) de Mislata, bajo la dirección de Andrés Valero, ofrecieron el 15 de noviembre de 2008 en el pabellón de La Canaleta de la mencionada localidad valenciana. Se trata de un disco doble que permite captar la grandiosidad que aportan los arreglos de orquesta a composiciones casi míticas como “Barón Rojo”, “Incomunicación”, “Cuerdas de acero” o “Resistiré”. Eso sí, para gozar de esta experiencia en toda su intensidad, es necesario invertir en la edición que incluye un DVD con el concierto íntegro.
No se puede olvidar que la historia de la música ya ha vivido episodios semejantes. Deep Purple, Procol Harum y Metallica ya dejaron claro que este tipo de espectáculos eran factibles. Pero En clave de rock está llamado a ser el primer ejemplo de este tipo en la historia del rock español y sus protagonistas no han escatimado esfuerzos para ofrecer un buen show. Así, la Banda Sinfónica del C.I.M. de Mislata nos introduce en este emotivo concierto con una pieza propia, “Little House Music”, antes de la aparición de Barón Rojo. Y el público sabe que está ante un acontecimiento histórico.
Minutos después el rock sale a escena. En principio, la electricidad de las guitarras y las voces tardan unos minutos en acoplarse a la orquesta. Sin embargo, poco después, ambas formaciones atacan con energía canciones como “Los desertores del rock”, “Larga vida al Rock and Roll” y una fusión de la Quinta Sinfonía de Beethoven y “Breakthoven” que se convierte en uno de los momentos álgidos de la noche. Barón Rojo también aprovecha la ocasión para repasar, en solitario, un magnífico repertorio (“Invulnerable”, “Caso perdido”, “Hiroshima”) demostrando que el grupo tiene, todavía, mucha vida por delante.