La etiqueta de metal pirata puede llevarnos a confusión a menudo, sobretodo si se la intenta identificar con un estilo musical, ya que no es exactamente eso sino que representa mas bien un común denominador temático en algunas bandas de metal, aunque no practiquen los mismos estilos.
Su grupo creador y cabecera son sin duda los clásicos alemanes Running Wild (los cuales, por desgracia, han decidido retirarse recientemente) mientras que, entre otros, en los últimos años han aparecido los irlandeses Alestorm (claramente influenciados por los powermetaleros alemanes) y ahora los americanos Swashbucklecon este su segundo trabajo. Mientras que los dos primeros tenían un estilo más melódico, estos últimos se enmarcan claramente dentro del thrash metal más agresivo. Y ese quizás sea precisamente su fallo.
Apuestan así por un thrash demasiado furibundo e incluso con voces Death en muchos temas que no acaba de casar bien con el toque folkie-bucanero-divertido que intentan darle globalmente al trabajo a través de ciertos interludios. Aquí lo que predomina es el thrash a la vieja usanza y si no fuera por esos interludios (divertidos y repetitivos a partes iguales) bien podría pasarse por alto totalmente la etiqueta pirata en su música, cosa que no ocurre por ejemplo con las bandas anteriormente citadas. Y es que los temas de tan thrasheros llegan a ser casi punk en su estructura, mayormente facilona, y en su duración (de los 21 cortes solo dos superan los tres minutos de duración).
Teniendo en cuenta todo esto, entre sus puntos positivos cabría destacar el enganche de ciertos cañonazos thrash como It Came From the Deep, probablemente el mejor tema y también el mas largo con su correspondiente intro incluida; Splash-N-Thrash, ciertamente ochentera y pegadiza, apta para el moshing colectivo; The Grog Box, corta, extrema y prácticamente Death metal; Rounds of Rum, igual de cañera y extrema y, esta sí, con coros algo mas “pirateros” y alcoholizados; o el “single” Cruise Ship Terror, rápida y agresiva como la mayoría y la elegida para el videoclip, bastante resultón y divertido éste teniendo en cuenta el presupuesto.
En definitiva un álbum de thrash de la vieja escuela a lo Anthrax, disfrutable, aderezado con temática pirata y que si no fuera por sus interludios acústicos y sus divertidos diálogos en algunos de esos temas-puente, poco quedaría en él del adjetivo pirata en su música. Intrigante resulta que fueran estos Swashbuckle los ganadores del concurso Myspace que organizara su discográfica y no se puede evitar pensar si no habrían bandas mejores en la red pero simplemente con una estética no tan fácilmente comercializable como la de estos tres bucaneros yanquis...