Giro radical el que ha realizado Richy Sánchez, quien fuera líder de Amset, ahora reconvertido en Richy Nox y sumergido de lleno en el universo gótico con su nuevo proyecto Nox Interna, desvinculándose del metal de aristas agresivas de su anterior etapa. En todo caso, su debut, denominado XIII, conserva las partes más oscuras y melodiosas de Suspiria, la última obra de su anterior banda, pero dentro de un entorno totalmente renovado.
Obviamente, la voz tiene un protagonismo determinante, apoyada por una buena base de guitarras a cargo de Aitor, en ocasiones bastante energéticas, así como la presencia de los teclados controlados por Bea, que crean la indispensable atmósfera que requieren este tipo de composiciones para conseguir sus objetivos. Completan la formación Pablo a la batería y Dany Lamberg al bajo.
Las canciones, en general, discurren por caminos que recuperan sonoridades procedente de formaciones del estilo de The Cure, de quienes, precisamente realizan una versión del Love Song, incluyendo la letra en inglés. Tampoco abandona Richy sus influencias derivadas de Enrique Bunbury y Héroes del Silencio a quienes también rinde homenaje con Hechizo.
Según sus propias palabras, lo que facturan Nox Interna es “rock decadente”, envuelto en una aureola melancólica de ramificaciones oscuras, apreciable en cortes como, Decepción, En La Eternidad o, A Través del Dolor, así como la despedida con el tema título, o Lagrimas Rotas, estas últimas con sugestivas notas de piano y, en el caso del tema con el que se abre el disco, aportando fibrosos momentos de guitarra, algo que también descubrimos en El Silencio del Rencor, un corte donde se aprecian intromisiones electrónicas, presentes asimismo en algunos instantes de Hipnótico Juego. Pero, donde mejor podemos apreciar la creatividad de la banda es en Fría Como El Hielo, por sus seductores cambios de ritmo, sus atractivas partes melódicas y por contener las mejores partes solistas de guitarra del disco, por cierto, no demasiado prodigadas.
Se trata de un trabajo dirigido a un aficionado muy específico que disfrutará de su contenido porque lleva implícitas unas connotaciones con las que se siente identificado, pero puede resultar excesivamente opresivo y uniforme para otro tipo de público.
Sin duda un cambio de dirección que sorprenderá a muchos y dejará boquiabiertos a los más entusiastas seguidores de Amset.