Hoy se cumplen las bodas de oro de la obra más cool de Miles Davis (1926-1991), Kind of Blue, una de las mejores joyas que dejó el que para muchos es el músico más influyente de la historia de la música moderna. Medio siglo después, la perla del trompetista sigue siendo una referencia para muchos músicos y, con seis millones de ejemplares vendidos en todo el mundo, celebra que es un icono del jazz.
Música para minorías en la actualidad, pero contemporánea, moderna, minimalista, innovadora y creativa en su día, Davis revolucionó la música a modo de susurros con el piano, solos de trompeta e inteligencia en el compás del sonido. El 17 de agosto de 1959 salió a la luz el que, para la revista Rolling Stone (En una de sus notorias e innumerables listas), es el decimosegundo mejor disco de toda la historia.
Desde entonces, mucha repercusión obtuvo el álbum y las mejores voces y productores dieron su opinión al respecto. Para el famoso productor Quynce Jones, se trataba de “mi jugo de naranjas diario” mientras que para Bod Dylan era “la esencia de lo cool”. Sin lugar a dudas, Kind of Blue supuso un cambio brusco en el entendimiento del lenguaje musical, que se renovó a pasos agigantados.
Davis enamoró a sus oyentes y el resto de público sobre los escenarios con sus famosos solos de trompeta, algunos incluso acompañados por los mejores compositores de la época, como lo eran Charly Parker o John Coltrane. Grabado en el mítico estudio de Nueva York Columbia, el aclamado LP estuvo a punto de no salir. A los integrantes de la banda no les convencían las primeras ideas y, además, Davis acababa de salir, tras tres años, de una adicción a las drogas. Pero el trompetista indagó mucho más allá del estilo bebop, las escalas mayores y menores y encontró un nuevo estilo por encima de acordes estrechos y apurados.
Miles, artífice de temas como So What, pagó a cada uno de los seis músicos poco menos de 50 dólares, como correspondía en el convenio con Columbia Records, pero el disco ganó la fama de inmediato y se tradujo en millones de copias vendidas y con varias reediciones hasta la fecha.
Miles Davis convirtió la música neoyorquina, de raza negra y americana en música popular, de culto, contemporánea y lo llevó a los máximos extremos para advertir a la comunidad que con la música se puede llegar a donde uno quiere, salvando todas las fronteras y constituyéndola en el lenguaje social.