Se pone en marcha la maquinaria y la fábrica de deseos echa a rodar. Cookin On 3 Burners es un trío australiano formado en el año 2000 y que se han ganado el respeto dentro de la escena Deep, Funk y Soul. Unos auténticos virtuosos que, lejos de parecerse a sus paisanos Kylie Minogue o AC DC, han sabido sacarle jugo a todas sus cualidades con un sonido muy diferente al que están acostumbrados a escuchar dentro de la isla de Oceanía.
Messin Soul suena impoluto, a realidad, a casto, a pureza, a materia prima dentro de las coordenadas básicas de la música negra. Se puede escuchar sin ningún tipo de restricciones a cualquier hora y momento del día. Perfecto para levantar el ánimo, para ponerlo de despertador todas las mañanas, de fondo en una fiesta casual o cool o para dormir. Es lo que sucede con los grandes discos, que a cualquier hora son bien recibidos.
Las mezclas del soul, deep, funky y jazz, por momentos, se traduce en una estirpe idónea para los amantes de los sonidos africanos, cuando no cubanos, como sucede en el tema Soul Messin. El órgano, una potente batería con ritmos intensos, traídos de una montaña rusa cuesta abajo, y una guitarra desgarrando los cánones del funky, a la par que la trompeta, unen sus fuerzas en Push it y Four and Twenty. En la primera, ayuda mucho la voz de Kylie Auldist.
Tokyo Saucer nació para satisfacer al órgano y al batería, quienes practican un solo cada uno dividido en dos partes en menos de tres minutos. This Girl o Gosse it up la firmaría, sin lugar a dudas, el director de cine Tarantino para cualquiera de sus próximas películas, así como Hole in my Pocket, que cuenta con la colaboración de Fallon Williams.
Están de enhorabuena los románticos y nostálgicos que tienen cierto interés en la música pionera, pues Messin Soul engloba todos los principios de la música negra con tramos de variada renovación sonora.