Es un momento óptimo para el rock independiente de guitarras cantado en español, como parece atestiguar la buena aceptación –también popular, para qué negarlo– de formaciones como Vetusta Morla, Atención Tsunami, Havalina y tantos otros. Dentro de este panorama llega el debut homónimo de Dinero, trío que después de haber participado en varios concursos llegó a tocar en el festival Sonorama 2008 gracias a uno de ellos, y que ahora ve plasmadas sus composiciones en un álbum completo.
La fórmula de este grupo no juega al despiste. Meten en su coctelera particular sonidos del rock alternativo (desde la década de los 90 hasta la actualidad), y los aderezan con algunos ramalazos duros y con otros más bailables, así como con toques de las diversas recuperaciones del rock garajero o de las guitarras ochenteras que han ido teniendo lugar durante estas dos últimas décadas. Después basta con agitar firmemente el producto resultante, proporcionando al oyente una sensación de estar ante un grupo que asimila a la perfección las enseñanzas de quienes abrieron caminos antes que ellos, pero que ante todo impone su personalidad propia.
Dinero nos ofrece once temas seleccionados entre la cosecha del grupo de los últimos dos o tres años, dando forma a una especie de recopilatorio de grandes éxitos. Así pues, no hallaremos en sus 42 minutos de duración ningún tema de relleno, demostrando la capacidad de la banda para componer canciones de pegada inmediata –la primera escucha es la que cuenta, y aquí convence rápidamente– y que serían dignas de sonar en cualquier radiofórmula al uso. Tal vez este dato provoque suspicacias entre los más acérrimos defensores de la independencia, pero peor para ellos si deciden no abrirse de oídos ante temazos como Mentiras, En invierno o Trastorno bipolar.
Entre los nombres foráneos que nos vienen a la mente escuchando las canciones incluidas en Dinero están los de Foo Fighters, Wilt (ex China Drum), We Are Scientists, Muse... La propia banda añade a Weezer, The Strokes o The Libertines, así que con todos esos nombres sobre el mapa ya podemos hacernos una idea de dónde se sitúa exactamente la formación liderada por Sean Marholm (sin el más mínimo rastro de acento extranjero en su voz, por otra parte).
Luego basta con escuchar su debut musical para darse cuenta de su facilidad para elaborar estribillos pegadizos, de la potencia sonora que despliegan –pese a ser un trío, parece que sus conciertos son de lo más contundentes–, de la sencillez de sus letras... Todos estos elementos acaban por dar como resultado una primera entrega más que prometedora. Estemos atentos, pues, a estos prometedores Dinero, que no escatiman esfuerzos creativos ni horas de trabajo para dar lo mejor de sí mismos.