Con Gamma Ray es difícil equivocarse, pero también es difícil sorprenderse. Su nueva obra no hace sino convencernos de ésta premisa más que nunca. Y es que este To The Metal ! (título clarificador como pocos) contiene todo lo que cualquier aficionado promedio al power metal o a los propios Gamma Ray podría esperar: temas rápidos, medios tiempos épicos, alguna balada... es decir melodía y potencia a partes iguales.
Pero para el avezado oyente también queda claro que pese a no ser un mal disco los germanos están bastante lejos de igualar alguna de sus magnas obras (léase la tríada compuesta por Land Of The Free, Somewhere Out In Space y Powerplant durante la segunda mitad de los noventa).
Pese a ello, con un toque algo más melódico que en anteriores entregas y que también se refleja en la labor vocal de Kai Hansen (a diferencia de redondos anteriores como No World Order o Majestic) ésta décima entrega en estudio de los teutones posee algunos buenos temas que entran con facilidad, quizás demasiada, como Deadlands, Empathy (uno de los mejores cortes), la rápida y cañera Shine Forever (en donde Kai pone toda la carne en el asador a nivel vocal y que hará las delicias de cualquier powermetalero), o No Need To Cry, ésta última una semi-balada con un sorpresivo tramo progresivo en su parte final.
Por lo demás podríamos hablar del característico sonido de Kai y los suyos en la épica y potente abertura con Rise, la rapidez de All You Need To Know (con un toque muy Helloween) la melódica y típica, aunque con un pequeño toque neoclásico al final, Time To Live (y mas Helloween todavía que la anterior) o el sonrojante “tributo” hímnico al clásico Metal Gods de Judas Priest con el tema título del CD To The Metal, cosa que tampoco es nueva (aunque la banda nunca lo reconozca) en el grupo y que ya hicieran con Heavy Metal Universe en Powerplant homenajeando a Manowar o con Solid en No World Order “piropeando” de nuevo a Judas Priest, aunque en su momento se llegara a hablar inclusive de plagio.
Éste To The Metal no engaña a nadie, un disco directo, cañero y melódico que nos presenta de nuevo a una de las dos formaciones cabeceras del power metal mundial durante las últimas dos décadas, no en su mejor estado de forma compositivo pero si al menos sin defraudar a sus múltiples seguidores, los cuales disfrutaran sin duda de esta nueva entrega a pesar de que no haya nada nuevo en el horizonte para paladares algo mas exigentes.