Formada inicialmente por el guitarrista Anders Nyström y el vocalista Jonas Renkse a los que se sumaron los hermanos Norrman y el batería Daniel Liljkevist, tras ochos trabajos en casi veinte años, hablar de la suecos Katatonia a estas alturas es hablar de una de las bandas más reconocidas y más reconocibles dentro del Doom metal experimental.
Katatonia ha ido reinventando su sonido continuamente, creando su propia identidad musical dejando atrás el Death metal de sus inicios para ir transformándolo en algo oscuro, lleno de melancolía, y componiendo grandes discos cada vez más progresivos.
Pero este cambio de rumbo (que también se ha dado entre otros grupos del género como Anathema o Paradise Lost) no quita que este Night Is The New Day no sea una gran obra llena de cortes emocionantes. Un trabajo muy similar al anterior, su formidable The Great Cold Distance, que tras la buena acogida que tuvo hizo que la formación tuviese claro que ese era el camino que debía continuar.
Parte de ese nuevo sonido se basa en las voces limpias de Jonas Renkse que ha compuesto casi todas las canciones en esta ocasión, y que gana en protagonismo y presenta unos matices y melodías exquisitas.
Y mientras las guitarras son ahora más pesadas, el conjunto en general adolece de cierta falta de pegada, una contundencia que se ha visto sustituida por el mayor uso de sintetizadores y samples de violin y piano, que crean esas texturas y ambientes, que aproximan a la banda a una música minimalista en cortes como Idle Blood o la sobrecogedora Nephilim.
En cambio, el álbum presenta un inicio inmejorable con Forsaker, con una desgarradora combinación entre las guitarras y la voz de Jonas, que junto a los dos cortes siguientes suponen una muestra inmejorable de lo que a día de hoy ya se considera característico del sonido Katatonia.
Un elemento a destacar es la producción a cargo de David Castillo, productor también de sus admirados Opeth, que ayuda a crear esas texturas delicadas y atmosféricas cargadas de melancolía de Onward Into Battle o Departer, que cuenta con la participación de Krister Linder, de Enter The Hunt.
Ahora que los hermanos Norrman han anunciado su salida de la banda, habrá que ver a la banda como llevan el disco al directo, pero esta claro que este Night is the New Day es un gran trabajo, que crece poco a poco con cada escucha, y que sigue la línea que ya habían trazado los suecos en su estilo con este tipo de sonido progresivo con el que parece que se sienten cada vez más a gusto. Es simplemente Katatonia.