El arisco Stephin Merrit recupera a su formación The Magnetic Fields para editar Realism, el octavo LP de la banda. Merrit ha dejado la imprevisible Nueva York y se ha trasladado a la soleada California y eso se respira en el álbum.
Las melodías pop de The Magnetic Fields se han vuelto mucho más luminosas, hay un variado y rico uso de instrumentos poco ortodoxos en una banda pop: arpa, xilofón, panderetas, y otros artefactos que harían las delicias a Pascal Comelade. Todos ellos dan ese punto de color extra al tono algo más apagado con el que de vez en cuando nos obsequia este grupo neoyorquino. No obstante, el pose de serenidad y control que logra Merrit con su imponente voz sigue siendo una de sus señas de identidad.
En este trabajo la voz femenina de Claudia Gonson, arropando en cada escucha al lector con su manso tono de voz, cobra importancia y actúa como hermoso contrapunte a la grave voz de Merrit. Algo que alcanza su esplendor en ese corte de aire folkies que es The Doll’s tea party, donde el oyente es transportado a una estampa de la campiña inglesa. La voz de Merrit se vuelve a imponer con rotundidad en esa velada de fondo navideño que es la impagable Everyone is one big Christmas tree, tras la que irrumpe con firmeza la velada Walk a Lonely Road, donde su cantante y compositor vuelve a demostrar su poder de convicción con una interpretación que recuerda al gran Leonard Cohen. Todas las voces se unen a coro como en una marcha imperial en la también destacable The Dada Polka, uno de los temas que cierra el álbum.
Realism son apenas 34 minutos de música divididos en 13 cápsulas de pop luminoso y embriagador, donde Merrit vuelve a demostrar su innata capacidad para transmitir al oyente su intensidad emocional con su característica voz. No es su trabajo más emotivo hasta la fecha, y se nota que no ha desnudado toda su alma como en el triple álbum 69 love songs, pero sí que resulta una obra muy recomendada para los amantes del pop y del folk, y para aquellos que idolatran al personaje.