Trabajar con un grupo joven, con ganas, de carácter renovador y firmar por una discográfica independiente, tiene cosas positivas. Por ejemplo, a la hora de la producción se ve que hay un juicio de valores muy personal y que hay un disfrute fuera de lo común. Así son Niña Pija.
Enloquecería es su disco debut y una gran apuesta nacional en el mundo de la música. El Indie doméstico empezaba a cansar, necesitaba un vuelco de raíz y parece que este grupo va en esa línea. El pop natural y mezclas explosivas de aires pop, palabras de cantautor, alma de jazz y cuerpo de rock, hace de Niña Pija una banda a tener muy en cuenta en los próximos años.
La primera canción ya es toda una carta de presentación bastante arriesgada. Suena fuerte, desgarradora por momentos e incluso muy provocativa. Sonidos funkies con guitarra española y teclados de música disco hacen que sea un comienzo espectacular. Pero todo no queda ahí. Esta sensación rítmica no se volverá a producir en ningún momento en el disco: todo gira, todo cambia. No podría llevar mejor título el tema, el mismo que el del disco.
Letras poco pegadizas dignas de un single comercial que pueda convertirse en un hit de la música popular, pero muy bailable. De repente, Escondida, una canción totalmente diferente a la primera, con una voz dulce y suave acompañada de un piano muy noble. Muy recomendable, en este sentido, Sigo Yo.
En todo momento del disco transmite la felicidad de sus responsables, a gusto con lo que hacen, tocan y hasta se les nota la cara de alegría reflejada en las letras de algunas de sus canciones, que giran en torno a un sonido fresco, puro y motivador. De las tiras de pop con Dame Tu Piel y Lo que te Perdiste, a los latigazos rockeros como El Calendario o Me siento tan pija, auténtico rock and roll del de toda la vida, muy setentero. Incluso, si no fuera por la voz femenina y el sonido puritano, podríamos llegar a confundirlos con los mismísimos MC5.
Viviré tiene muchas probabilidades de ser escogido si se presentara a concurso para ser la canción oficial de la vuelta España de 2010. Pop muy estudiado, con un estribillo fácil de memorizar y una canción muy divertida y alegre, con alusiones al típico guión juvenil que arrastra simpatía.
Y lo mejor llega al final, con dos bonus tracks de regalo que representan a la perfección el carácter innovador de Pilar Prendes (voz) y Javier Lander (guitarra), donde juegan a comunicarse, cada uno con sus instrumentos y con mucha clase.