1 de Junio. Sala Gamma. Murcia.
Tras desembarcar por fin en España en su gira de A Natural Disaster, el quinteto de Liverpool (ahora engrosado con la participación de una sexta componente, la cantante Lee Douglas, parte activa de su último disco) nos ofreció en el escenario de la Sala Gamma de Murcia una impresionante muestra de su grandeza musical y humana. Con un desenfado inusual en las bandas de su envergadura, los tres hermanos Cavanaugh (recordemos que Jamie, el hermano gemelo de Vincent, ha vuelto a tocar el bajo en A Natural Disaster, después de trece años) junto a Les Smith (teclados) y John Douglas (batería) nos presentaron durante casi dos horas de concierto uno de sus mejores set-lists hasta la fecha. Empezaron con Shroud or False, del Alternative 4, para continuar con una balanceada selección de canciones de sus cuatro últimos discos: Balance, Closer (con Vincent a los teclados), A Natural Disaster (con Lee Douglas), Flying, Pressure (el precioso tema del A Fine Day to Exit que fue censurado por la MTV y las radios inglesas por ser demasiado "lento", razón por la cual no salió a la venta como single), Panic, Release, Forgotten Hopes, Fragile Dreams (de vuelta en su formato original, después de haber estado durante casi dos giras ejecutándolo de una manera más lenta y oscura), Empty, el minimalismo angustioso de Inner Silence... Y todo esto sin dejar de lado su faceta más doom de sus primeros discos. En palabras de Vincent "no nos avergonzamos de nada que hayamos hecho, así que aquí van algunos de nuestros temas más antiguos"; y cayeron entre otras A Dying Wish, con un intermedio musical en el que se sumergieron en una orgía hipnótica de ritmos y armonías orientales y una versión algo descafeinada (faltó algo de guitarra) del Angelica de su disco Eternity.
Y cuando todo parecía haber terminado se echaron al escenario para regalarnos una alucinante versión del Comfortably Numb de los Pink Floyd. Danny haciendo las veces de David Gilmour a la voz y a la guitarra y su hermano Vincent de Roger Waters, la noche se estremeció bajo los acordes de esta canción que puso fin a una velada emocionante en la que no faltó pasión, dureza, ternura y, por descontado, buena música.