Ya lo dice, a modo de reclamo publicitario, en la portada del disco: esta es la primera formación que apadrina Ludovic Navarre, cerebro de Sant Germain. Dejando de lado el aspecto más comercial de este hecho, el caso es que resulta una buena pista a la hora de definir a Llorca. Si bien con ciertos toques propios, el de New Comer sigue la estela marcada por los franceses de Navarre. Lo que se ha dado en llamar el jazz del siglo XXI.
Instrumental en su mayor parte, aunque no tanto como el Tourist de sus padrinos, New Comer es una revisión de los cánones del jazz, pero también del funk y los ritmos latinos. Llorca se decanta por el uso de la voz, en lo que se puede ver una influencia de Four Hero, con melodías muy bien acabadas sobre bases muy bien perfiladas. Esto da como resultado un disco redondo, bailable y tarareable. Gustará a quien disfrutó con St. Germain. Pero, quitando esa afinidad, es un disco redondo, divertido y cargado de sensibilidad como la de cortes de la altura de Precious Thing. Hay que tenerlo.