Renochild es la apuesta de cinco jóvenes sevillanos. Es un proyecto arriesgado, cuidado hasta el más mínimo detalle, y supone la aparición en escena de una banda cuyos miembros han decidido dedicarse a la música de forma profesional.
Se trata también de una nueva iniciativa del inquieto sello discográfico Pulpo Negro, base de lanzamiento de bandas como Second o Screw Coco. Esta compañía independiente está dirigida por Robbie France (Björk o Skunk Anansie) y Tim Oldfield, quienes también se han encargado de la producción y las mezclas del disco.
Doce son los temas que forman el repertorio de este álbum y todos ellos, menos uno, están cantados en inglés. Quizás esta elección se debe a las influencias que marcan el sonido del disco, ancladas en el pop-rock británico y especialmente en grupos como Radiohead, Mogwai o Coldplay.
La música de Renochild descansa sobre la atmósfera densa e intensa de dos guitarras eléctricas (Esteban Ruiz y Kiko Ramos) y las programaciones (Javier Rivera, quien también se encarga de la batería). Pablo Peña es la voz, capaz de transmitir con emoción unas letras cargadas de fragilidad y cotidianeidad, y colabora en el apartado melódico con la guitarra acústica y los teclados. La sección rítmica queda completada con el bajo de Darío del Moral.
Una línea de guitarra introduce al oyente en “Insecure”, marcada por un riff incesante y una ambientación más bien oscura. La forma de cantar de Pablo Peña puede recordar tanto a Tom Yorke (Radiohead) como a Matthew Bellamy (Muse). La gama de efectos de guitarra caracteriza “Polar Shelter”, el single de lanzamiento. Un sonido más contundente ofrece “Anesthesia", donde también destacan unos coros casi etéreos.
El sol parece asomar con un tema claramente pop como “I Would Follow”, pero la alegría dura poco y “Ego Panic” consigue destilar tristeza hasta casi llegar a la depresión. Sin embargo, con “Icaro" y, sobre todo, “Everything’s Fine” (o su variante en castellano, “Todo va bien”) la sensación es más luminosa. Es en esta parte final del disco donde los teclados adquieren un mayor protagonismo.
“Shuttle” puede ser una buena lanzadera para estos sevillanos, aunque se comenta que el secreto mejor guardado de Renochild es el directo.