Para celebrar el 20 aniversario de uno de los discos clásicos de thrash, SPV/Steamhammer ha reeditado un digipack del mítico Agent Orange. Formada a principios de los 80 en Alemania por Thomas “Angelripper” Such (voz y bajo) y Frank “Agressor” Testegen (guitarra), Sodom es considerada como un pilar dentro del trash europeo, junto a grupos como Kreator y Destruction, y que a la postre definirían el sonido del metal extremo.
Agent Orange quizá no sea el mejor disco de la banda, ni tampoco el más conocido del género, o muy distinto a lo mejor de aquella época, pero si aportaba otro giro de tuerca al engranaje del trash, y de hecho si hoy no nos suena tan original es porque su sonido ha llegado hasta nuestros días.
De forma clara despuntan Agent Orange como el mejor tema del album y como uno de los mejores de la discografía de Sodom y del trash alemán; Magic Dragon con una calma que termina estallando de forma arrasadora; y Ausgebombt, que combina un ritmo rápido y pegadizo con los riffs, bajo y voces característicos de los alemanes. El resto de las pistas también tienen su lugar, pero las anteriores las superan por méritos propios.
En cuanto a las letras, después de haber abandonado su temática blasfema para tratar temas bélicos, estas se centran en la Guerra de Vietnam. Eso sí, los títulos son bastante redundantes: Agent Orange trata sobre el Agente Naranja (una mezcla de herbicidas que fue usado por el ejercito estadounidense causando cáncer y malformaciones a la población vietnamita durante décadas), Remember the fallen habla de recordar a los caídos, Ausgebombt trata de bombardeos...
La presente reedición, que funciona más como una recopilación, trae dos CD. El primero con el disco original íntegro, con el bonus Don’t Walk Away de Tank. El segundo contiene casi todos los temas del primero en directo, eso sí, nada que no haya visto el sol hasta ahora en alguno de sus trabajos en concierto.
La portada es la misma de hace 20 años, con el Knarrenheinz y un par de soldados disparando desde un AC 47 con cara de estar escuchando mientras a Sodom en sus cascos. En cambio, el contenido ahora es un digipack y el libreto esta especialmente cuidado, con fotos inéditas y notas de Thomas.
Un disco con fuerza y rabia, que consolidaba el sonido de su otro clásico Persecution Mania, que cualquier amante del trash que no lo tenga debería descubrir.