“La seducción de lo extraño”, tercera grabación de los alicantinos Amalgama, reúne un puñado de composiciones que llaman poderosamente la atención, con varios ingredientes que elevan de forma considerable su calidad. Contiene cuatro temas que marcan la diferencia respecto al resto, pero en general se trata de un trabajo con interesantes dosis de creatividad.
Despierta, incluye un sonido penetrante, que conecta con las neuronas del cerebro a la primera escucha y transmite entusiasmo.
Martir tiene un desarrollo muy oscuro, con un fondo que puede recordar a Tool en algunos momentos y una batería compacta que marca el ritmo con insistencia y que, junto a unas potentes guitarras, nos acerca al sonido que Metallica produjo en ...And Justice for All
Créeme es un auténtico ejercicio de metal de vanguardia que contiene, además de la estructura rítmica de parámetros progresivos, una serie de efectos de gran ingenio, añadidos con un gusto exquisito. Combina trallazos contundentes con diversos cambios de ritmo y protagonismo del bajo. Está muy en la línea de lo que hacían Soundgarden
Angel (II) tiene como principal carta de presentación un riff que muy bien podría llevar la firma de Dave Mustaine. Es poderoso y rítmico, como los que llevaron al éxito a Megadeth.
Pero, “La seducción de lo extraño”, no se queda ahí. Se completa con otras composiciones que mantienen la calidad suficiente para conseguir una grabación de gran consistencia.
Perdido, por ejemplo, destaca por su agresividad y un excelente solo.
Traición, es una balada que no representa el típico tema plomazo; la batería le da consistencia con golpes muy marcados, mientras una guitarra con alma roza los límites del blues.
Rafa y Almela, a cargo de las seis cuerdas, vuelven a ser protagonistas en C.O.D.A, Arden las puertas y Sin perdón, con atractivas melodías y solos ingeniosos con partes distorsionadas,
Otra cualidad a mencionar es la excelente producción. La batería, con un inspirado Gabriel, destaca de forma muy particular, no sólo en los temas en los que es un complemento rítmico, sino en los que tiene un protagonismo directo, como en los temas mas lentos que, sin su aporte, quedarían correctos, pero que adquieren una textura especial bajo la contundencia de los tambores y el compás del bombo. También se han conseguido espacios para que el bajo de Santos pueda encontrar protagonismo, que las guitarras suenen con nitidez y que la voz de Tomás encaje con naturalidad, sin quedar desplazada.
El heavy metal en castellano suele tener vicios que lo limitan a unos parámetros concretos pero, en este caso, las ideas aportadas amplían el camino por donde conquistar terrenos poco explotados.
La apuesta de Amalgama es por un heavy metal contundente y consistente, que fluye con energía y se deja oír con interés.