El principio fundamental de este disco, la idea de la que nace, es ya de por sí lo bastante interesante como para captar la atención del oyente. Flaming Lips vuelven con un cd temático protagonizado por un ser del futuro que debe luchar contra robots rosas. Alrededor de este leit motiv el grupo teje once cortes llenos de lirismo y psicodelia a base de un excelente pop.
Evidentemente influenciado por Bowie (por aquello del personaje y de los ecos intergalácticos del tema) el disco es una delicia con unos arreglos para quitarse el sombrero y estribillos brillantes. Está repleto de matices, de letras estupendas, de calor. Una lástima que algo así pase desapercibido para el gran público. Pero al parecer estos son los tiempos en los que nos ha tocado vivir. Cosas que pasan.