Llega el último y esperado trabajo de Manolo García, grabado entre Barcelona, Girona y Salvador de Bahía, con 16 nuevos temas llenos de frescura que lo devuelven con agrado a ese nivel de potencia sonora que había dejado un poco de lado en su anterior disco. Aunque continúa anclándose a intervalos en canciones de tinte facilón más cercanas a lo convencional (Fragua de los Cuatro Vientos, Serena Barca), siempre marcando su particular estilo, ésta vez su vena más experimental y dura parece haber ganado la batalla -no en vano Bob Clearmountain (Rolling Stones, David Bowie, The Church, Roxy Music) lleva el mayor peso en la producción. Nos encontramos con un sonido mucho más moderno en el que caben por vez primera ritmos y arreglos que rozan la electrónica, y en el que se da un especial énfasis a las voces (Ardió mi Memoria, una de las mejores canciones del disco, con esa letra teñida de apocalipsis, o Una Tarde al Sol). Guitarras eléctricas y ritmos más acelerados toman la iniciativa (En un Estanque de Libélulas, Si Te Vienes Conmigo, Sobre tus Pasos) en un abanico de canciones que huyen de un patrón conocido y se forman a base de pequeños retazos, pinceladas cambiantes que no guardan un orden preestablecido pero que dan forma a preciosas historias, imágenes oníricas que nos acerca Manolo García directamente de la memoria a través de sus letras (Malva, Sólo un Poco, con la fantástica aportación de la flauta y el órgano).
En En Una Playa Calma el acordeón nos sorprende con un estribillo que no esperamos ni en ese momento ni de esa forma, transportándonos al final a un tiempo totalmente diferente donde una voz femenina nos sumerge en la levedad de un sueño. Si Te Vienes Conmigo combina la intensidad de las guitarras con juegos de voces y una letra salpicada de crítica social y el tempo se ralentiza con Éramos Tarde y Vive en Mí un Recuerdo (sensacional ese estribillo), guardándose de rebajar demasiado el interés, tarea de la que sale bastante bien parado.
Un buen trabajo en general en el que sin llegar a abandonar los esquemas que tanto ha marcado en el pasado, el autor da un paso adelante más que acertado. Tan sólo nos queda admirar su directo en la gira que lo va a llevar a recorrer toda España, donde realmente podremos sentir toda la energía que tan sólo él es capaz de extraer a sus canciones sobre un escenario.
Si el pasado fue El Último de la Fila el presente es sin duda un Manolo García al que no se le duermen los sentidos.