Alan Niven, ex-manager de Guns And Roses, se ha unido a la fiesta de declaraciones sobre el grupo apuntando cosas como que Axl siempre fue Axl (solo que con el tiempo se volvió más Axl) o que Adler debía ser despedido inevitablemente, en su caso por su adicción a la heroína que le costó el puesto en los 90. Se da la circunstancia de que Adler es de los firmes defensores de la reunión de la banda original que a su juicio 'ha de producirse sí o sí'.