El éxito ha amansado a las fieras. Esta frase expone de una forma muy simplificada el nuevo rumbo que han tomado las californianas The Donnas con su última grabación, Gold Medal.
Una apuesta que, motivada por el auge del grupo en Norteamérica, ha contado con el apoyo incondicional de su discográfica, que ha sacado al mercado una edición limitada con un extenso DVD que contiene la grabación completa en formato 5.1, para quienes deseen disfrutar de un espectacular sonido, además del vídeo del primer sencillo, Fall Behind Me, con su correspondiente making off.
El cuarteto femenino ha preferido ampliar horizontes musicales en busca de una aceptación mayoritaria y ha transformado el punk agresivo de sus anteriores grabaciones en un rock vibrante y con melodía.
En medio de una sección rítmica formada por Maya Ford (bajo) y Torry Castellano (batería), que cumple su cometido con sobriedad, sin salirse del guión, sobresalen dos elementos que resultan claves en el desarrollo de los temas, y son, la voz de Brett Andersson y la guitarra de Allison Robertson.
La vocalista, imprime un sello muy personal en su registro. Desarrolla un tono especial que, unido a unas letras cuya sonoridad está muy bien calculada para agradar al oído, obtiene un resultado muy sensual.
Por su parte, la guitarrista, utiliza sus recursos con efectividad colocando melodías, punteos y riffs de forma estratégica para mantener un elevado nivel de ritmo y frescura a lo largo de todo el álbum.
Gold Medal contiene temas que son potenciales hits. I Don’t Want To Know, con cierta influencia de AC/DC; Friends Like Mine, de lo más enérgico del CD, o el pegadizo Fall Behind Me, llevan impregnado el sello de las composiciones que están creadas para encontrar una rápida respuesta entre el público juvenil.
Out Of My Hands, es el perfecto ejemplo de la simbiosis que genera la fuerza de las guitarras junto a una voz atractiva, mientras que It Takes One To Know One, aporta el dato curioso de contener vestigios del sonido Motorhead.
La apuesta por ritmos directos, estructuras sin complicaciones y coros fáciles de asimilar, podría definir el planteamiento actual de la banda como música para adolescentes con ganas de pasárselo bien y olvidar sus problemas hormonales.
Si algo tienen estas californianas, es proyección. Hoy por hoy, no hay muchos grupos femeninos de su estilo que puedan competir por un pedazo de gloria. The Donnas, por el momento, parecen llevar ventaja.