Cuarto disco largo de esta formación liderada por el francés François Marry, afincado desde hace tiempo en la localidad inglesa de Bristol y músico de apoyo en las giras de los escoceses Camera Obscura. Piano ombre insiste en las señas de identidad de la banda, que practica un indie folk-pop amable –con letras tanto en inglés como en francés– y que gusta de incorporar ritmos africanos en sus composiciones, recordando ligeramente en ocasiones a Vampire Weekend.
Abre el fuego Bois, que podría haberse colado dentro del Mezzanine de Massive Attack: aires trip hop, atmósferas enigmáticas, un final largo y jazzy... Después vamos oscilando entre la juguetona La verité, de descarada vocación comercial (elegida como primer single, por supuesto), la placidez de The way to the forest o el corte que da título al disco, y la belleza de las melodías de La vie dure o Bien sur, que comienzan de un modo normal para ir creciendo hasta unos finales realmente interesantes, especialmente ensoñador y hermoso en el caso de la segunda. Capítulo aparte para Reveil inconnu, digna de haber estado en el Random access memories de Daft Punk.
A mitad de camino entre la tradición y la modernidad, está claro que Marry tiene facilidad para manejarse dentro de esta fórmula y brindarnos bastantes momentos de disfrute.