Artísticamente sería bueno hacer otro disco, pero ¿para qué? La música es ahora prescindible.
Dejando al margen las justificaciones para defender el nuevo escenario musical en que cualquier disco está al alcance de unos pocos clicks, resulta evidente que la industria no termina de encontrar su evolución y ya ni los grandes grupos pueden rendir en términos de ventas de álbums.
“Los discos ya no tienen sentido”. “Prácticamente no hay razón para grabar otro álbum”. “Sería grande hacer otro, pero ¿para qué molestarse?”. Estas son algunas de las frases que el batería de la banda Joey Kramer -pieza clave en la fundación de Aerosmith- ha lanzado en una entrevista a Ultimate Classic Rock Magazine.
Pese a que lo cierto es que su último álbum de estudio -Music from Another Dimension! (publicado a finales de 2012)- estuvo lejos de ser un éxito y recibió duros golpes de la crítica, la trayectoria de Aerosmith como superventas se encuentra en su punto más bajo pese a haber alcanzado el número 5 en la lista de ventas de EEUU. Frente a quienes le dieron duro, Kramer replica que “es realmente un buen disco, se escuchará de aquí a 20 años”, porque a su juicio “algunas cosas se mantienen”.
¿La conclusión a sus bajas ventas? Centrarse en los tours, como de hecho parece su prioridad en la última época, en que parecen obcecados en autohomenajear sus clásicos como forma más rentable de sacar rédito a su nombre: “solíamos hacer mucho dinero de los discos, ahora todo nuestro dinero viene de los tours, artísticamente sería bueno hacer otro disco, pero ¿para qué? La música es ahora prescindible, y no somos los Justin Biebers o Nicki Minajs del mundo, así que tiene poco sentido continuar grabando”.