Los guipuzcoanos Materia, a pesar de nutrirse de ciertas fuentes básicas, han conseguido en su tercera grabación, Forget The Music, la identidad suficiente como para acaparar la atención y resultar atractivos.
Forget The Music
Después de habernos introducido en el mundo de Materia a través de Jon, se hace necesario realizar un pequeño análisis de su música.
A modo de orientación, debemos indicar que los parámetros por los que se desenvuelve la banda conectan de forma directa con la generación del nu metal, aunque mezclado de forma consistente con la dinámica del hardcore y la intensidad del metal más actual. El complemento lo aporta la ambivalencia de las voces, alternando tonos melódicos con partes agresivas.
Su versatilidad surge de la variedad de registros de las guitarras ejecutadas por Jon y Alvaro (este último, también vocalista y productor), y la capacidad de Oscar para crear intrínsecas estructuras con la batería, en un estilo cercano al rock-fusion.
Con todos estos datos, Forget The Music resulta una grabación de sonido robusto, con efectivas distorsiones, abruptos cambios de ritmo y unas voces que encajan mejor cuanto más agresividad expresan. No obstante, hay momentos melódicos adaptados con acertado criterio.
Con los argumentos expuestos, se hace inevitable recurrir a los orígenes del nu metal y por consiguiente a Korn. Aunque hay que matizar que se diferencian de los estadounidenses por su dinamismo y mayor agresividad.
Como conclusión, hay que dejar claro que existe un esfuerzo, una cuidada elaboración y un trabajo profesional que debería colocar a Materia en la línea de salida hacia posiciones de primer orden dentro de las nuevas corrientes del metal nacional. A pesar del contrasentido del título de su trabajo, no hay que olvidar la música que hacen estos vascos. Tienen capacidad, aptitudes y mucha ilusión, cualidades que los define como una alternativa con futuro.