Los mexicanos Molotov atacan de nuevo. “Con Todo Respeto” nos acercan doce nuevas canciones en un extraño proyecto compuesto única y exclusivamente por versiones. Extraño porque nos sitúa en un terreno desconocido (no es el álbum que podíamos esperar de esta impertinente banda, aunque no sea la primera vez que hacen este tipo de cosas -recordemos su particular visión de Bohemian Rapsody de Queen-) y porque dentro de la singularidad de esta opción, Molotov no se duerme en los laureles y abandona el clásico concepto de imitación ampliamente utilizado y se sumerge más bien en una ardua labor de deconstrucción-construcción de canciones.
Nada se parece a la realidad original. Ya sea a través del cambio total o parcial de las letras (casi en su totalidad en castellano), la transformación de la música en algo totalmente diferente –pero que sigue funcionando- o la descabellada (y sensacional) idea de encajar música y letra de canciones prácticamente opuestas para obtener una mezcla perfectamente balanceada que sorprende por su gran verosimilitud como obra original.
No sabemos en qué estaban pensando cuando se enfrentaron a la selección de las canciones, pero nadie nos había sorprendido tan gratamente hasta ahora con una elección musicalmente muy heterogénea –y compacta al mismo tiempo- y de una calidad tan acentuada como ésta. Desde el single “Amateur”, versión rockera y desenfadada del “Rock Me Amadeus” del austríaco Falco, y guiados por una virtual estación de radio Molotov que va presentándonos uno a uno los cortes, emprendemos un alucinante camino hacia los territorios ignotos de los 80 con los alemanes Trio y su “DaDaDa” reconvertido en crítica política y sazonado con el estribillo original en alemán, la burla a la música de diseño que representa el marcado ritmo de “Diseño Rolas” (“Designer Music” de Lipps. Inc) y la aportación española de “Mi Agüita Amarilla” de los Toreros Muertos a golpe de guitarra y brutalidad en las voces.
También son rescatados del olvido los Misfits con “Marciano”, una visión reggae de “I Turned into a Martian”, el himno “Chavas” (el “Girls” de los descarados Beastie Boys), y una versión bestial (“Mamar”) del “Mamá” de Roberto Torres, donde la locura se transmuta en música para nuestros oídos.
De los 90 más lejanos aquí en España tenemos “Mi Abuela” de Wilfredo Morales (con alguna cosa más de “Bust a Move”) y “The Magnificent Seven”, más acelerado y con un acertado estribillo donde juguetean con el funky y las voces en falsete. Y echando la mirada mucho más atrás en el tiempo merecen ser destacadas “Perro Negro Granjero” donde la letra de “Perro Negro y Callejero” de Alejandro Lora encaja a la perfección con los acordes endurecidos de “La Grange” de ZZTop, y la apabullante versión de “The Revolution Will Not Be Televised” (“La Revo”) de Gil Scott-Heron, que con su ritmo pausado y letra recitada sin llegar al rap, constituye uno de los momentos más emocionantes del disco.
En definitiva un disco diferente, divertido, con algo serio tal vez (por mucho que hagan no dejan de ser los irreverentes Molotov), comprometido... Una visión diferente de esta banda que continúa mezclando estilos y que nunca nos deja indiferentes.