Ahora que el retorno de Europe está de actualidad, a John Norum se le ha ocurrido editar también un nuevo trabajo en solitario. ¿Visión comercial? ¿Casualidad? Sea como fuere el guitarrista sueco ha conseguido buscar alternativas que lo consoliden como un músico de registros más amplios.

Así lo ratifica Optimus, álbum diseñado bajo un concepto con garra y personalidad, alejado del sonido comercial de Europe.

Aunque no dispone de una garganta excesivamente potente, cuenta con un versátil registro. En general, su voz tiene cierto nexo con los cantantes surgidos del grundge mezclada con tonos del rock sureño. Puede sorprender con tonalidades suaves o enérgicas, como en el caso de Nailed To The Cross, donde se nota el esfuerzo por alcanzar un nivel más agresivo.

Pero la fuerza de Optimus radica en la solidez de sus guitarras. Ha adoptado unos parámetros con una afinación super grave que se traduce en un peculiar y vigoroso sonido extraído de su Gibson Les Paul.

Las composiciones se desarrollan con total fluidez, no son excesivamente complicadas, pero tienen carisma. La contribución de la sección rítmica, compuesta por Thomas Torberg (bajo) y Hux Flux (batería), es consistente pero meramente de apoyo. Sólo en la inicial Chase Down The Moon, la batería destaca junto al aluvión guitarrero. Ademas, cuenta con la colaboración adicional de Fredrik Akesson a la guitarra rítmica en un par de temas, y del teclista Mats Lindfors en otros tantos.

El álbum está enfocado hacia del hard rock de los 70´s, con una variación de guitarras audaz. Optimus, con un solo excelente y un final desmadrado, no es el único corte donde queda evidente la conexión del pasado con el presente. John, ha hurgado en su colección de discos, ha extraído notables enseñanzas y las ha pasado por el tubo de la modernidad, consiguiendo un resultado de cotizado nivel musical. En Solitude, se revela como todo un virtuoso de las seis cuerdas con un final apoteósico. Beter Day, Froced y Time To Run, son otros cortes donde convergen las características antes señaladas. Los riffs de afinación baja y los solos ágiles y agudos se superponen creando un hard rock efectivo, brillante y actual. En cambio, One More Time es una pequeña concesión intimista en clave de blues.

Queda por destacar Takin The Blame, un corte de fuerte inspiración sabbathica construido en base un riff portentoso con la marca de fábrica de Toni Iommi y una voz cautivadora.

John Norum ha conseguido con este trabajo aumentar sensiblemente su cotización, tanto en lo que respecta al manejo de guitarra y voz, como en el de compositor. Si su labor con Europe podía crear reticencias sobre su capacidad como músico, este álbum despeja cualquier duda.