En una actualidad calamariana bastante movidita, si uno echa la vista atrás y ve este disco en la lejanía de 1990, lo escucha y asimila, se da cuenta de que suena a algo conocido, muy familiar. En efecto, este es el último disco (ahora CD) sacado por Calamaro antes de aventurarse en el proyecto "los Rodríguez". Es fresco, agresivo y precursor de una época que ha sido de las mas fructíferas en la historia del Rock en nuestro país y que sería bautizada como movimiento de «Rock Latino» (calificativo erróneo), y que tanto se encargaron de quemar y requemar las discográficas cuando era un producto interesante a nivel comercial, y que ahora tanto echamos de menos.
La primera época en solitario de El Comandante fue menos dylaniana y mas rockera, bajo el espíritu de una generación de músicos argentinos venidos a mas en los últimos tiempos, y que en aquella época se dedicaban a “producir” lo que mas tarde se ha llegado a llamar rock pobre argentino.
Que se nota que es Calamaro, sí. Que se nota que Ariel Rot ya colaboraba (y bastante) con él, también. Aunque el disco fue sacado en solitario por Andrés, hay que apuntar que las canciones que hoy podríamos considerar como «hits» o «singles», son compuestas mano a mano por los dos músicos que luego liderarían «Los Rodríguez».
COMBINADOS CALAMARO
Al mas puro estilo Calamaro, el disco nos brinda con una gran variedad de estilos (nunca tan grande como «el salmón», ya un clásico) y con una gran calidad en las composiciones. Desde rancheras (Adiós amigos, Adiós) hasta rock (Nadie sale vivo de aquí, pero sin sangre, señoritas), pasando por el blues (Con la soga al cuello), y ¡¡como no!! por las típicas canciones que cualquiera podría definir como de Calamaro como son “Pasemos a otro tema” y “Señal que te he perdido”.
En una época en la que el Rock ha dejado de vender, y que tener cara guapa y voz llorona significa vender un millón de discos, vale la pena ir a la tienda de discos de toda la vida y preguntar si tienen éste, porque la novedad no está en lo último que saca el mercado, sino en lo último que nos anima a seguir adelante en esta vida.