En Moncofa, al sur de Castellón, tuvo lugar durante los días 26 y 27 de septiembre la cuarta edición del festival de música electrónica y de vanguardias Moncofa Beat Evolution 04, con un cartel interesante que apostó por la promoción de nuevos músicos y DJs y que a la vez reunió algunos cuantos nombres consagrados. Para aquel que guste de la electrónica o nuevos sonidos, esta era su cita, muy en la onda del Sonar.
Cuatro escenarios diferentes; el Stars Airplane que era el principal y una sala cerrada; la carpa Interferencias donde se daban cita las propuestas más arriesgadas y sorprendentes; la carpa Ponderosa que nos ofrecía un espacio pseudo chill out donde predominaba la música relajante -la poca gente que acudía allí iba a tomarse un respiro o estar tranquilamente sentada con la oportunidad de charlar-; y la zona Drum´N´Zone, un espacio al aire libre con árboles frente al mercadillo, que a ratos conseguía competir duramente con el escenario principal por la afluencia del público.
Como nota general no hubo mucha gente los dos días, sobretodo en las primeras horas cuando algunos DJs actuaban ante un público minoritario. Esto, en cambio, propició un buen clima entre la gente y dio a las actuaciones un carácter más íntimo y distendido.
Del viernes cabe destacar a Kurd, en la carpa Interferencias; un hombre, solo en el escenario, que se entrega a fondo para mantener a flote la nave del espectáculo. Cantando -a veces con la auténtica actitud sórdida del rock-, manejó las mesas de ritmos, alternó entre la guitarra y los teclados y, ante todo, entretuvo y divirtió a quienes se acercaron a disfrutar de su actuación. En la misma carpa también sorprendieron Puzzle, una pareja muy joven, sentados en el suelo manejando abstraídamente el sonido y despertando la curiosidad de los asistentes ante su tímida puesta en escena.
El escenario principal ofreció, entre otros, a The Doctors, Der Dritte Raum, Asian Dub Foundation Soundsystem y HD Substance + D´Wachman. Los más conocidos eran los dos últimos, y todos esperaban ansiosamente a los Asian, aunque fueron los otros quienes se llevaron el gato al agua. O quizás lo que pasó es que la sorprendente y demoledora actuación que realizaron ensombreció las posteriores.
Por otra parte, con The Doctors fue imposible mantenerse quieto al ritmo de sus percusiones envolventes en directo. Gesticulan, bailan, improvisan y se divierten en el escenario. Dicen que hacen house de culto, pero resulta más plausible observar su música como sencillamente atractiva. Y Der Dritte Raum aprovecharon lo que estos últimos les habían dejado en bandeja para arrasar. Fue como si una apisonadora de ritmos machacones pasara por encima del festival.
El sábado era el día de Luke Slater. Todos estaban allí para verlo, pero antes tenían que ocurrir otras cosas. En la zona Drum´N´Zone hubo una buena fiesta a lo largo de toda la noche, que congregó a bastante gente. Mucho éxito en particular tuvieron las sesiones con MC´s, incansables, cantando al ritmo de la electrónica nocturna. Incluso en la carpa Ponderosa, la zona más tranquila con diferencia, se juntó un buen grupo para ver a Miss Yanna Yah Yah, que cautivó por su atractivo y por sus sonidos lejanos, en ocasiones orientales, pero siempre evocadores.
Y en el escenario principal, Dirty Princess la lió. Big Toxic a los mandos de la música y dos autenticas femme fatales semidesnudas cantando y montando un espectáculo eróticamente provocador. El micrófono en sus manos se convertía en otra cosa, sus cuerpos se exhibían lujuriosos y sus gestos iban destinados a provocar la líbido. Todo ello consiguió que los de seguridad decidieran acercase al escenario para evitar cualquier desmadre que pudiera darse ante el clima tan caldeado que se había formado. Luego, Junkie XL salió a animar más la fiesta hasta que un fallo técnico lo dejó sin sonido y tuvo que retirarse con los aplausos de ánimo y gratitud del público.
Faltaban unos cuarenta minutos para la hora de Luke Slater, y Lavis Dj, que ya había actuado justo antes de Dirty Princess, fue el encargado de llenarlos. La gente aprovechó para ir hasta la carpa Interferencias, bastante más concurrida en ese momento con la actuación de Barxino Soundsystem, que se entregaron en un concierto de sonidos mestizos, cálido y sincero, del que ya habíamos podido forjarnos una idea escuchando su entretenida prueba de sonido, donde a pesar de haber tenido múltiples problemas no se cortaron a la hora de improvisar voces, riffs de guitarra y demostrar una actitud cordial y abierta con el público.
Y para acabar la noche, Luke Slater, que demostró una vez más por qué su nombre se encuentra entre los mejores de la música electrónica. Inmóvil en el escenario, marcando el ritmo con una pierna, supo imponer su majestuosa presencia. Un gran profesional que consiguió arrastrar a toda la multitud allí concregada y que conformó un perfecto cierre para los dos días de este festival de la electrónica.