Tres años han transcurrido desde aquel epónimo “Audioslave” que daba inicio a la creación de una superbanda formada por los miembros de Rage Against the Machine y Soundgarden. El disco, compuesto únicamente en diecinueve días, creó gran expectación con el single “Cochise”, pero no satisfizo las esperanzas depositadas en un álbum que, si bien contaba con algunos temas sobresalientes, en su conjunto no alcanzaba la calidad que cabía esperar de cuatro de los músicos más influyentes de la pasada década.

Con estos antecedentes, Tom Morello a la guitarra, Chris Cornell en las tareas vocales y Tim Commerford junto a Brad Wilk en el bajo y batería respectivamente, decidieron encerrarse con el productor Rick Rubin en los estudios CELLO y SUNSET SOUND de Los Ángeles. Conscientes de la necesidad de presentar un disco más compacto, no dudaron en prolongar su estancia, que comenzó a mediados del 2004, hasta encontrarse plenamente satisfechos.
El resultado son los doce cortes que componen “Out of Exile”, un álbum que, empezando por su propio título, destila madurez, compenetración y un esfuerzo por fraguarse una personalidad propia. “Your time has come” y “Out of Exile” son las encargadas de abrir el plástico. Estas dos canciones representan perfectamente el espíritu del disco: rock sin concesiones en el que los medios tiempos, tan abundantes en el anterior trabajo, tienen menos presencia, dejando paso a canciones más duras, riffs enérgicos, voces rasgadas y una base rítmica sólida. “Drown me slowly”, “The Worm” o “Man or animal” muestran este endurecimiento en el sonido, dejando patente la influencia que Led Zeppelin ejerce sobre ellos.
El crecimiento musical que la banda ha experimentado se refleja en composiciones muy trabajadas, definitivamente alejadas de la espontaneidad del primer disco y en las que afloran sentimientos muy diferentes.

Por un lado, Heaven’s dead”, “Yesterday to tomorrow” o “#1 Zero” presentan una naturaleza bucólica, en las que la música muestra pasajes más pausados, emotivos, recordando en ciertos momentos incluso al propio Euphoria Morning de Cornell.
Por el otro, temas como “Dandelion” y “Doesn’t remind me” se sitúan en el extremo opuesto, contagiando sensaciones de alegría y felicidad contenida.

Sin duda, “Out of Exile” es un serio candidato a optar como disco del año, tal como avalan su entrada directa al número uno en USA, ventas millonarias en medio mundo y carteles colgados de “no hay entradas”. Definitivamente, el rock ha vuelto para quedarse.