El vocalista de Dream Theater, Jame LaBrie, ha puesto toda su capacidad como intérprete y compositor para conseguir un vibrante, versátil y consistente trabajo que ratifica su proyección, colocándolo en una excelente posición dentro del panorama del rock progresivo.

En Elements Of Persuasión, LaBrie, sin abandonar por completo las influencias adquiridas, ha dejado de lado los límites estructurales de Dream Theater para incursionar en los más variados estilos con un excelente nivel.

Pero no está solo. Ha mantenido junto a él, a parte del grupo que le acompañó en su anterior proyecto, Mullmuzzler, además de la nueva incorporación del guitarrista Marco Sfogli, toda una revelación.

A lo largo de las distintas composiciones demuestra su capacidad de adaptación a diversos registros. En unos cortes sus cuerdas vocales vibran con garra, en otros destapa su lado melódico, y en muchos, la presencia de la dualidad vocal crea un contraste de lo más atractivo.

Algo importante a reseñar es que LaBrie deja aflorar la voz sin acaparar más protagonismo que el necesario. Con ello, logra una perfecta conexión con la compleja instrumentación aportada, por Sfogli, además de la contundencia de Mike Mangini (ex Extreme) a la batería, la consistencia del bajista Bryan Beller y la agilidad de Matt Guillory a los teclados.

El álbum muestra la vigencia del prog metal creado con inteligencia y libertad, absorbiendo distintas fuentes pero sin vincularse con ninguna de forma especial.

Así, el abrupto inicio con Cruficy, nos transporta a los primigenios tiempos de Metallica y su Kill Em All. Increíble pero cierto, los veloces riffs con los que James Hetfield construyó su reputación, conviven con una brutal batería y un solo de guitarra de connotaciones revolucionarias.

Y es que la destreza de Sfogli, con devastadores riffs de afinación baja, contrastados con mordaces solos, crea una atmósfera vanguardista que incluye el correoso soporte de Beller a las cuatro cuerdas y el vigoroso baqueteo de Mangini.

Elements Of Persuasion, contiene de todo, bajos nu metaleros, elementos industriales, teclados sinfónicos, guitarras clásicas, riffs metálicos,loops y programaciones, ambientes oscuros, ritmos marcados de batería, ágiles solos, voces melódicas y algún guiño jazzy.
Toda una gozada para los sentidos.

Un album generoso en cuanto a vitalidad y versatilidad. Con cantidad de referencias ajenas pero con una personalidad impactante.