Los que compramos discos habitualmente estamos acostumbrados a la reunión de músicos de diferentes formaciones que, aprovechando el tirón que suponen sus respectivos nombres, deciden aunar fuerzas y editar un trabajo que les devuelva a las ventas millonarias que una vez cosecharon.

Álbumes como el que sacaron David Coverdale y Jimmy Page o, incluso, las “Dep Sessions” de Tony Iommi y Glenn Hughes, creadores de este “Fused”, fueron trabajos que, aun con una calidad más que notable, no aportaron más novedad que la fusión estilística de sus respectivos protagonistas en algún tema.

Por estos motivos, nos asaltaban las dudas: ¿sabrían dar en esta ocasión Iommi y Hughes ese pequeño paso hacia delante?

La respuesta se torna en un sí desde los primeros segundos de “Dopamine”, el primer corte de “Fused”, donde un riff hiper distorsionado nos conduce a la oscuridad de unos Black Sabbath influenciados por el metal más moderno.

“Wasted again” o “Resolution song” muestran el acierto que supone la formación de power trío, dotando a las canciones de una magia especial producto de la química existente entre el maestro de los riffs Iommi, la “voz de terciopelo” Hughes y el experimentado batería Kenny Aronnoff (Rolling Stones, Bob Dylan...).

La clase, elegancia y talento de estos músicos nos trae temas potentes como “Face your fear”, ritmos muy marcados de la cosecha Sabbath como en “The Spell”, estribillos melódicos propios de Purple...

Precisamente, ese derroche creativo es la principal cualidad de “Fused”, un álbum que, a base de buenas canciones y mezclar cierto sabor setentero con un profundo sentido de la evolución, ha devuelto la fe a un servidor en un género denostado por la falta de imaginación: el Heavy Metal.

Ni uno solo de los diez cortes tiene desperdicio; por el contrario, la variedad de matices vocales e instrumentales, la incursión de teclados y la presencia de una segunda guitarra harán que a cada escucha aprecies más esta obra.

“I go insane” es la encargada de culminar el disco, una delicia de nueve minutos de duración que pone la carne de gallina con sus continuos cambios de ritmo.

“Fused” es la prueba del magnífico estado de forma en el que se encuentran Glenn Hugues y Tony Iommi, dos dinosaurios del rock que lejos de vivir de las rentas, Black Sabbath y Deep Purple, han compuesto una obra que destapa la magia que sólo surge en los primeros discos que escuchas. Una auténtica obra maestra.