Después de 4 discos, ¿qué valoración hacéis de toda vuestra trayectoria?
Javier: Mucho sudor, mucho esfuerzo... Que si te propones algo, tienes las cosas claras y trabajas duro, acabas cumpliendo tus objetivos poco a poco. Con el disco anterior, por ejemplo, abrimos ya los oídos de mucha gente que tenía a Estirpe como a un grupo que hacía un rock clásico, más heavy, simplemente por la tradición de nuestra discográfica. El hecho de haber tocado en muchos sitios y el boca a boca a hecho que la gente nos haya ido conociendo más. Y ahora, con el cuarto disco, y después de haber tocado en el Festimad y el Viñarock, creo que ya se nos puede considerar como un nombre a considerar en el panorama musical nacional.
¿Cómo véis la nueva etapa con La Incubadora?
M. Ángel: Siempre hemos sido muy positivos. Y ahora más porque estamos trabajando y da la sensación de que se ha hecho ahora con este disco mucho más que en todos los años anteriores con la otra compañía. Y no porque se esté poniendo más dinero. Se está haciendo de una manera inteligente. Antes la compañía en la que estábamos pertenecía a un circuito muy heavy que no tenía nada que ver con lo que hacíamos nosotros. Se nos ponía una etiqueta que no nos correpondía. La etapa que se abre ahora va a ser mucho mejor. Y vamos a seguir trabajando como siempre hemos hecho.
Javier: Hemos tardado diez años en conseguir que la gente de Festimad se diera cuenta de qué música hacía nuestro grupo y nos dejaran tocar en el festival. Ni siquiera se paraban a escuchar nuestra música. Con el disco anterior Ciencia creo que ya nos merecíamos haber estado en algún festival como ése. Se nos tenía un poco encasillados y La Incubadora ha conseguido darle otra dimensión a la banda. Tampoco tenemos que olvidar a toda la gente que vino a vernos actuar a las cinco de la tarde con un sol que quemaba las piedras; todo ello fruto del trabajo y actuaciones en directo que hemos hecho en los últimos años.
¿Qué os ha llevado a masterizar el disco en Nueva York?
M. Ángel: Eso es una idea que se nos ocurrió ya con el Ciencia, pero nos dimos cuenta que antes que eso el grupo necesitaba otras cosas. Era una época en la que no estábamos muy bien con Avispa, nuestra compañía, y al final no lo hicimos. Con este disco, después de haber dejado todos esos problemas atrás, de habernos negado a renovar el contrato con Avispa y aún sin ninguna compañía interesada en nosotros, nos arriesgamos a dar este paso y convertirlo un poco en una buena carta de presentación delante de las discográficas, vendiéndoles directamente un buen máster de nuestro disco realizado en Nueva York. Fuimos allí pensando que el disco tenía que ser lo máximo. Podríamos haberlo hecho también aquí en España, pero yendo allí a la vez matábamos la curiosidad de ver cómo se trabajaba al otro lado del charco. Era una forma de darle un caché y una importancia al disco y que las compañías se fijaran de otra manera y con más interés. Además tuvimos la oportunidad de conocer Nueva York.
¿Qué le diríais a alguien que fuera a una tienda de música para convencerle y que comprara vuestro disco?
M. Ángel: Es difícil hoy en día convencer a alguien para que compre un disco, sobretodo si no conoce al grupo. En principio tendría que gustarle el rock, y luego comentarle que nuestro rock es en castellano, un poco distinto al que se está haciendo a nivel nacional, con muchas melodías que rebosan inteligencia en las letras y muy enriquecido con arreglos musicales de rock, soul o jazz camuflados. Riqueza en música y en palabras. Doce temas que abarcan muchas sensaciones distintas. Unos más profundos, otros más lentos, otros más directos...
Javier: El disco son básicamente doce canciones de rock. Porque somos músicos de rock. Es la música que siempre hemos escuchado y con la que nos hemos educado.
FD: ¿Qué bandas podríais citar como parte de esa educación musical de Estirpe?
Javier: Desde el rock de los '90, cuando empezamos, hasta el metal que se hace actualmente nos ha influenciado. Desde toda la oleada de Incubus, Limp Bizkit, etc. que hubo en su momento hasta otros más clásicos como Guns'n'Roses, Queen, Metallica, Pink Floyd, U2, Depeche Mode, Prince, Black Sabbath o Peter Gabriel.
M. Ángel: Son grupos que hay que tener en cuenta. Yo que compongo la música he tenido muchas influencias. Las influencias son algo importante pero lo más importante es que al final tú sepas cómo valorar cada una de ellas. Tampoco hay que obsesionarse con los estilos que escuchas. Hay que saberlo filtrar todo muy bien y ir por delante. Sacar el mayor provecho, todo aquello positivo que puedas encontrar, pero sin dejar que te absorba por completo.