The Keeper - The Legacy
El buen rollo entre todos los componentes actuales del grupo, incluida la incorporación del nuevo batería Dani Loeble (ex Rawhead Exx) y la compenetración de Weikath con Gerstner, motivó un replanteamiento de la situación. En un primer momento pensaron, incluso, en invitar a Michael Kiske para colaborar en algún tema pero, las declaraciones comentando que odiaba todo lo que el metal representaba, enfrió su relación con el grupo.Fue, un motivo más para emprender, de una vez, la grabación de la tercera parte de Keeper Of The Seven Keys.
Guste o no, lo cierto es que Helloween han rescatado un título mágico en su trayectoria. El esfuerzo por no defraudar ha quedado reflejado en unas composiciones que conectan con el pasado en un perfecta simbiosis. Su capacidad para reinventarse, sin perder identidad y no sonar desfasados, queda demostrada a lo largo del álbum.
La combinación de metal melódico con sus puntos agresivos, sigue presente; ahora, regenerado con el aroma de una madurez creativa que parecía estancada.
El compromiso de todos desbordó las expectativas más optimistas y, sin apenas darse cuenta, se encontraron con una considerable cantidad de material que determinó la posterior edición del álbum en formato doble, con cerca de 80 minutos de intensa música.
La característica principal que marca a Keeper Of The Seven Keys – The Legacy, son los dos temas que abren cada uno de los CD’s, con inusual duración y de estructura diversa y constantes giros rítmicos.
Una intro al estilo de The Number Of The Beast, de Iron Maiden, nos conduce a The King For A 1000 Years, un corte de 14 minutos con momentos épicos, partes de coros pegadizos, trallazos de guitarra repentinos, sutiles partes de teclados, guitarras que ofrecen lo inesperado y diversos giros estructurales. En definitiva, un completo alarde creativo de altísimo nivel, que continua en The Invisible Man, con Markus Grosskopf, superviviente de la formación original, dando la entrada con unas sugestivas líneas de bajo, antes de que unas dobles guitarras imaginativas nos envuelvan con eficaces armonías. Y es que, tanto Weikath como Gerstner se complementan con una precisión arrasadora, como lo demuestran en Born On Judgment Day, Silent Rain o Get It Up, el primero con un equilibrado aporte del bajo y una vigorosa batería a cargo del novato Dani Loeble, toda una revelación con las baquetas.