Posiblemente, Sepultura dio lo mejor de sí como grupo de metal en cuatro álbumes que forman la base del éxito de su trayectoria: Beneath The Remains, Arise, Roots y Chaos A.D. Luego, la marcha de Max Cavalera y la entrada de Derrick Green, cambió el destino de los brasileños. Algo que parece ser irreversible y con lo que deberán convivir durante el resto de su carrera.

Dante XXI, no supera los trabajos mencionados anteriormente pero, quizá sea de lo mejor que han creado en mucho tiempo sin la participación de su anterior líder. Este nuevo álbum pone de manifiesto que las ideas todavía fluyen con imaginación por los cerebros de los miembros de la banda.

En esta ocasión, han encontrado su fuente de inspiración a través de la lectura que Derrick realizó en su etapa estudiantil de los escritos de Dante Alighieri. Las canciones reflejan una relación con el personaje italiano y se incluyen cuatro intros a modo de enlace general de la obra.

El enfoque tribal de la percusión, ejecutada magistralmente por Igor Cavalera, sigue impregnando la atmósfera de la mayoría de composiciones. Destacando en temas como, Repeating The Horror, City Of Dis (junto a un riff dominante), o Still Flame, el corte que cierra el CD y que entra en una dinámica distinta de lo habitual en Sepultura, con voces corales, una viola (que utilizan en otro corte) y el resto de instrumentación envuelto en una extraña atmósfera.

Impactante también, es el aporte de Igor al comienzo, con Dark Wood Of Error, provisto de un fulminante y esotérico ritmo, apoyado por guitarras cercanas a las coordenadas vitalistas e innovadoras que en su momento incluyeron en Arise, algo que vuelve a suceder en el brillante y compacto Convicted In Life.

Otra de las características de Dante XXI es la presencia de una textura rítmica mucho más groove, de guitarras oscuras y ambientes saturados con afinaciones que flirtean, a veces, con el nu metal.

Temas como Ostia, expresan un ambiente dramático, con diversos cambios de ritmo; otros, como Fighting On, están envueltos en estructuras pesadas y cadenciosas, mientras que Crown And Miter muestran el lado más veloz y agresivo.

Andreas Kisser no se excede en los solos, pero exprime una consistente vitalidad en los riffs, además de enriquecer los acordes con efectos industriales, cortos, pero efectivos.

Es un trabajo pletórico, con sólidas turbulencias y el músculo necesario para dar cuerpo a una propuesta, aunque conocida, dotada del suficiente riesgo y pericia como para contener ingredientes novedosos y atractivos.

A pesar del peso de su historia, han realizado un trabajo serio y con la suficiente calidad como para seguir mereciendo la confianza de sus seguidores.