La industria de la música tiene sus reglas y procedimientos. Normalmente, la salida de un disco antecede a su presentación en directo con la gira correspondiente. En el caso que nos ocupa, el camino seguido ha sido el contrario. Santiago y Luis Auserón, hermanos y miembros fundadores de Radio Futura, enseñaron en público sus malas lenguas incluso antes de saber si el proyecto culminaría con la edición de un disco. De esta forma, los músicos pudieron ver la reacción del respetable y, además, seleccionar el repertorio. Finalmente, ahora también podemos disfrutar de la recuperación de clásicos del rock & roll, en su versión doblada al castellano, sentados en el sofá de casa con sólo darle al “Play”.
Se trata de una propuesta artística interesante, pues sirve para descifrar el significado de canciones escritas o popularizadas por grupos e intérpretes como Chuck Berry (“You Never Can Tell”, Elvis Presley (“Heartbreak Hotel”), Marvin Gaye (“I Heard It Through The Grapevine”), The Kinks (“Set Me Free”) o The Velvet Underground (“Sunday Morning”). Sin embargo, estos deslenguados parten con cierta ventaja, puesto que todas las canciones deberían ser fácilmente tarareables por una persona con una mínima afición por la música.
Como es normal, la tarea más difícil es traducir y encajar las letras en una estructura musical ya compuesta. Aunque los resultados sean desiguales, el esfuerzo es encomiable, sobre todo cuando se enfrentan a poetas como Bob Dylan (“Ballad Of A Thin Man”), Lou Reed o John Cale. Para conseguirlo, aparte de la colaboración del actor Richard Collins Moore, tiene un papel fundamental el apartado vocal, donde el también conocido como Juan Perro nos regala una serie de grandes interpretaciones.
Por otra parte, Santiago y Luis tienen unos magníficos compañeros de viaje a la hora de completar la banda, donde destacan Diego García (teclados) y, sobre todo, el cubano Norberto Rodríguez, quien se marca varios solos blueseros en composiciones de Robert Johnson, James Brown o Screamin’ Jay Hawkins.
En definitiva, con “Las malas lenguas, los hermanos Auserón firman un precioso reencuentro y, además, ponen subtítulos a los grandes episodios de la historia de la música.