Pocos grupos pueden presumir de ser auténticos estandartes de una generación. Pearl Jam, con su primer disco Ten, lo consiguió gracias a temas como Jeremy, Alive o Even flow, verdaderas voces de una juventud que más tarde sería catalogada bajo la letra X, y que gritaba hastiada por un mundo heredado que no le gustaba. Con el paso del tiempo, la banda de Seattle fue madurando y perdiendo quizás cierta garra que había caracterizado a sus primeros discos, ahondando en una mayor introspección, en temas más relajados, aun dentro de la línea rock que siempre les ha caracterizado.
El disco homónimo que ahora nos ocupa, trata de volver a erigirse voz de su época, como si de un grito de auxilio se tratara. Es la respuesta de una banda que siempre ha sido fiel a sus ideas, y que, ante la situación política que atraviesa los Estados Unidos, guerras e injusticias de la sociedad actual, vuelve a levantar la voz a golpe de guitarrazo limpio.
Pearl Jam comienza con Life wasted, una canción muy furiosa que invita a reflexionar sobre nuestro propio estilo de vida. "The world awaits just up the stairs/
Leave the pain for someone else", grita Eddie Vedder.
Le sigue World Wide Suicide, primer single que se ha extraído del álbum. Continúa mostrándonos la potencia de la banda, destacando su final, con un Vedder rasgando la voz como hacía mucho tiempo no le oíamos y transmitiendo un fuerte sentimiento de rabia.
Comatose, que recuerda a los Pearl Jam de Spin the black circle, Severed hand y Market in the sand siguen la línea más rockera de la primera parte del álbum.
Parachutes, por su parte, puede recordar a los propios Beatles por el tratamiento de las melodías vocales, y supone un corte brusco en la línea ascendente del álbum. No acaba de encajar del todo bien, pero supone el inicio de una imaginaria segunda parte del disco en el que las canciones son más variadas.
De esta manera, Unemployable nos trae una música alegre acompañada de letra comprometida, con un estribillo tan sencillo como “Ooohh” que no es extraño si de repente te encuentras tarareándolo. Big Wave nos devuelve a los Pearl Jam furiosos del comienzo del disco, mientras que Gone nos contagia de la melancolía de canciones como “Nothing as it seems”.
Pero, si hay un tema que destaque por la calidad del mismo en este último tramo, ese es Come back. Se trata de una canción pausada, con un ligero toque “bluesy” que nos sumerge en los amores pasados y personas perdidas, todo ello rematado con un solo tan sencillo como efectivo.
La banda de Eddie Vedder ha vuelto a parir un gran trabajo. ¿Es un nuevo “Ten” o “Versus”? Lamentablemente, si esperabas un sí te decepcionará. No gozan de la frescura de sus primeras obras, aunque sí desprenden un gran halo de ilusión y nos trae 13 grandes canciones que retoman el aspecto más rockero del grupo. Gracias a ello han vuelto al primer plano de la actualidad y, a juzgar por el “no hay tickets” de Madrid, se puede afirmar que sus fans les estaban esperando.