¿Cómo surgió la idea de cruzar músicas como el ska y los sonidos cubanos?
En mi opinión, y aunque soy uno de los miembros más nuevos de la banda, es una idea genial. Fueron Peter Scott, un productor británico, y Natty Bo, también vocalista de la formación, quienes tuvieron la idea de imaginar cómo sonaría una fusión de la música jamaicana y la cubana. También hay que decir que todas las músicas de América Latina son parecidas, todas tienen el mismo origen, el sabor es el mismo y, además, no importa el idioma.
Mento, calypso, ska, rocksteady, reggae... ¿qué tiene el Caribe para ser el origen de todas estas músicas?
Eso es producto de la gran influencia africana, a raíz de un fenómeno como es la esclavitud, y la mezcla con otros estilos musicales de origen europeo. Los esclavos fueron repartidos por casi todo el mundo, pero especialmente llegaron a Latinoamérica y al Caribe. Estas personas tenían en su interior un alto porcentaje de esencia musical, con un nivel increíble. Cada región interpretó ese lenguaje de una determinada manera, con unas formas e instrumentos peculiares, acomodando las tradiciones y dando origen a estilos musicales diversos. Pero lo más importante es que la raíz es la misma.
Quizás habéis creado un nuevo estilo musical que otros pueden recrear...
Todo es posible, claro. La fusión es fruto del día a día, un proceso que surge a medida que vas escuchando diferentes intérpretes y discos. La música es como las matemáticas, se pueden dar combinaciones infinitas. Todos los días se aprende algo nuevo y, como decimos en Latinoamérica, los músicos tenemos que estar en el caballo porque, si no lo haces, te quedas en el mismo lugar donde estabas. También es posible que ahora lleguen nuevas bandas que retomen el ska y lo mezclen con otros estilos, como hacemos nosotros con los ritmos cubanos.
Parte de vuestro repertorio se basa en temas de compositores tradicionales de América Latina, sobre todo de Cuba. ¿Cómo encontráis esos temas que son casi desconocidos para el gran público?
La verdad es que, si repasamos un poco la historia de la música, enseguida nos daremos cuenta de que hay muchas composiciones que están como enjauladas, ocultas, nadie las conoce. Una vez tenemos eso claro, nuestra función, como músicos, es rescatarlas y ponerlas al aire de nuevo para que las nuevas generaciones sepan que aquello que se hacía antes puede ser tan bueno como lo que suena ahora. Además, líricamente hablando, en décadas anteriores la mayoría de compositores escribían poemas. Eran canciones muy bellas con una extraordinaria calidad y gran profundidad lírica. Con pocas palabras eran capaces de expresar muchas cosas.