¿Cómo os distribuís el trabajo de composición de temas propios?
No se puede decir que tengamos unas tareas asignadas de forma sistemática. Personalmente, yo soy compositor de canciones de diferentes estilos, como boleros, salsa, merengue, boogaloo y otros. Ahora tengo un nuevo reto: escribir temas de este género que hemos creado, el ritmo de ska cubano, para el próximo disco de la formación. Ya veremos si sale... En realidad, el compositor escribe sobre lo que ve en su vida real. Aunque muchos escriben al amor, siempre son historias diferentes porque cada uno pasa por situaciones particulares y vive ese sentimiento a su manera.
Una de vuestras características más curiosas es que sois ocho músicos de hasta cuatro nacionalidades diferentes, ¿cómo os lleváis entre vosotros?
La relación se va construyendo a medida que vamos trabajando juntos. Poco a poco nos vamos conociendo a nivel personal, pero en el aspecto musical ya tenemos un grado importante de compenetración. Como decimos en Latinoamérica, la relación es muy chévere y el ambiente es muy bueno.
Los dos discos de Ska Cubano han sido grabados en los estudios Siboney de Egrem en Santiago de Cuba, la cuna de la música de la isla. ¿Qué se siente en un lugar así?
Por desgracia, yo no tuve la suerte de grabar allí. Sin embargo, puedo decir que el hecho de estar en un lugar como los estudios Siboney es un sueño para cualquier músico. Después de una experiencia así, se puede decir que has estado en la cuna, en la raíz de la música cubana y tienes la seguridad de haber conocido a grandes figuras de la isla. Es, por supuesto, un orgullo trabajar allí y un dato importante en el currículum de un artista. Yo podré decirlo dentro de poco tiempo, cuando Ska Cubano grabe su tercer álbum después de la larga gira que nos espera.
Desde el año 2004 habéis realizado diversas gira por Europa. ¿Cómo recibe el público del continente vuestro espectáculo en directo?
Se podría resumir con una expresión: ¡caliente!. En nuestros conciertos se produce una especie de euforia. El público y los músicos, especialmente los cantantes porque tienen la suerte de poder dirigirse directamente a la audiencia, intercambian energías durante un show hasta llegar al éxtasis. Entonces, cuando se nota que el público y el músico lo han pasado de maravilla, también se puede decir que uno ha hecho bien su trabajo. Las personas que todavía no han visto al grupo en directo deben saber que, si se deciden a venir, disfrutarán de un espectáculo de calidad, con buena música y, seguro, lo pasarán estupendamente.