Why do you look at me when you hate me?
Una cosa es el carácter díscolo rockero, y otra muy diferente es lo que la banda americana iba acumulando en su particular curriculum de delincuencia y polémica: si por un lado tenían pleitos con la discográfica antes de haber siquiera empezado la producción del primer disco, por otro los destrozos en hoteles, bares, y allá por donde iban se unían a numerosas trifulcas y peleas siempre bajo la sombra de los estupefacientes.
Internamente, desde un principio los miembros parecían estar unidos por vínculos no demasiado fuertes. Iniciando su andadura con Axl Rose (vocalista), Slash(guitarra), Izzy Stradlin' (guitarra), Duff McKagan (bajo) y Steven Adler (percusiones), la composición carecería de estabilidad hasta el definitivo debacle.
El año del regreso post-appetite, Adler fue expulsado por su bajo rendimiento y sustituido por el batería de The Cult (grupo con el que durante una época ejercieron de teloneros) Matt Sorum. Dizzy Reed se incorporaría durante esa grabación a los teclados. Gilby Clarke sustituyó a Izzy a finales del 91...
Pero fuera como fuese, el grupo funcionaba y lo hacía muy bien. Casi nadie parecía inmune, y si por un lado las féminas se rendían a su dura pose inmisericorde, a las apariciones sensibleras en medio de improperios cantando a la apatía y al insulto, por el otro se sabía apreciar esa falta de pudor en que todo se encaminaba a una expresión musical desinhibida. E incluso para algunos, los clásicos que hacían suyos aparecían con un lifting de moderno rock'n'roll capaz de olvidar a Dylan con Knockin'on Heaven's door, o a McCartney con Live and Let Die.
Y por ello, una prensa escandalizada que no quedaba libre de sus lenguas viperinas (Get In The Ring), aprovechaba para machacar, vender y en cierta manera promocionar, todo aquello que hacían y que no era poco.
Pero la inestabilidad era demasiado grande, antes o después todo tenía que venirse abajo. Y así acabó siendo.
Sympathy for the Devil
Una idea algo excéntrica, la del "incidente" (accidente) de los Spaghetti. Con una portada de escaso gusto (más allá de los amantes incondicionales de esta pasta italiana), el regreso tras haber usado y abusado de su "illusion" venía enmarcado en un disco íntegro de versiones punk. Escapando la balada "Since I Don't Have You" (el género era un filón irrenunciable) al resto de repertorio, las cualidades anteriores a la hora de llenar un disco variado, pasaban tan desapercibidas, que se podía decir que no estaban allí.
Todo aquello que se había ido acumulando encima del grupo, iba finalmente a derrumbarse. Con los días contados, una aportación en forma de versión (y van...) para el film vampírico de Tom Cruise & Brad Pitt, ponía punto y final a lo que había sido hasta entonces una historia demasiado intensa. Su primer paso al estrellato, había sido dado con ayudas cinéfilas (La Lista Negra, de Clint Eastwood, a la que aportaban su palmito y el arrollador inicio de Welcome To The Jungle). Su último -o "penúltimo"- también se iba a dar allí.
Slash, quién ya se había mostrado crítico en demasiadas ocasiones con lo que había acabado siendo el grupo, cuestionando la vena visionaria y ampulosa que se apreciaba en videos y conciertos de temas tan exitosos como Stranged y November Rain, abogó en esta ocasión por rehacerlo todo aprovechando la oportunidad de reunirse para esta canción. Pero pronto vió que no iba a servir de nada. Axl, sin inmiscuirse en lo más mínimo en lo restante, encargó que le avisaran para cuando tuviera que incorporar la pista vocal.
Por lo demás, ni se vieron en el estudio.