Lejos quedaron los tiempos en que parecía que las bandas del denominado nu metal iban a comerse el mundo. Tras buscar rimas hasta debajo de las piedras, los chándales de las tres rayas empezaron a coger polvo en los armarios. Limp Bizkit no pudo superar la huida del pintarrajeado Wes Borland, Brian “Head” Welch de Korn partió en misión divina y otros, como Papa Roach, sobreviven como buenamente pueden. Tras muchas discusiones sobre su futuro, Deftones han decidido salvarse del descalabro chandalero.

También es justo reconocer que los parámetros musicales de la banda liderada por Chino Moreno siempre han estado alejados de los grupos antes mencionados. Su reaparición, tras un silencio de tres años después de editar su homónimo cuarto álbum, incide en el muro de guitarras que caracteriza el sonido de los californianos y recrea ambientes y atmósferas muy sugerentes.

“Saturday Night Wrist” ofrece un amplio espectro de ritmos y estilos, con un Chino Moreno imponente al modular su registros vocales en función de las necesidades. Así, mientras se muestra casi etéreo en “Hole in the Earth”, “Beware” o “Xerces”, donde la compañía la ponen las líneas de teclado, se transforma en un agresivo animal de presa en “Rapture” y “Rats!Rats!Rats!”, que incluye un minuto final de alto voltaje. En “Mein”, una composición con reminiscencias pop, comparte micrófono con otro gran vocalista, Serj Tankian (System of a Down), alcanzando uno de los puntos más álgidos del álbum.

Por otra parte, los miembros de Deftones también han querido dar rienda suelta a sus ansias de experimentación e introducen juegos electrónicos como “Pink Cellphone”, con los susurros de Annie Hardy (Giant Drag), y la instrumental bautizada como “U, U, D, D, L, R, L, R, A, B, Select, Start”.

El quinteto dice haber sudado sangre durante el proceso de grabación de este disco e incluso se llegó a hablar de la salida de Chino Moreno, más centrado en sacar adelante su proyecto paralelo Team Sleep. Una vez oído el resultado, sólo queda esperar que las calamidades se ceben en ellos y, así, puedan descargar su ira en canciones como “Cherry Waves” o “KimDracula”.